¡Cómo pasan los días!
Con esta salida junto a Antonio Pérez y Juan Fco. Baraza pongo fin a mis aventuras bikeras estivales por el entorno de la costa pulpileña.
Y ciertamente este verano ha tenido cierta dosis de aventura toda vez que me ha llevado a descubrir nuevas rutas por Sierra Almagrera o la de hoy por la Sierra de los Mayorales con el descubrimiento fortuito -al menos así nos lo ha hecho saber una de sus moradoras- de la "otra" cuesta de la Cabra.
La verdad es que nuestra intención no era esa, pero un "lapsus" en mi GPS mental nos ha llevado a tomar una ruta errónea diferente a la inicialmente propuesta que no era otra que subir desde Águilas -previamente habiendo realizado previamente la senda de los acantilados de Honduras a las Palmeras y prosiguiendo por la ruta del marisco- hacia la cuesta de Las Palomas para retornar por Jaravía hacia Terreros en el caso de Juan Fco. y de Antonio y hacia Pulpí en mi caso.
En honor a la verdad es que el "lapsus" nos ha permitido transitar por una zona hasta ahora desconocida y descubrir que desde la "otra" cuesta de la Cabra existe un enlace con la bajada de la senda de los repetidores de Los Mayorales.
Y colorín, colorado, la otra cuesta de la Cabra se ha acabado |
Ni que decir tiene que ese enlace habrá que materializarlo algún día. No podemos quedarnos con la miel en los labios. Teóricamente en la cuesta de la Cabra ascendemos a la misma altura que se encuentra Puerto Carril y a partir de aquí se abre un camino a la derecha que según nos informa amablemente la moradora del lugar va bordeando la sierra a media altura.
Y como el tiempo apremia y hay que estar de regreso antes de que la luz nos abandone no queda más remedio que poner pies en polvorosa, máxime ahora que hemos acumulado mucho retraso con relación a la hora prevista.
No obstante, aunque mantenemos el recorrido previsto con dirección a Jaravía, a la altura de la rotonda de Puerto Carril optamos por disgregarnos: ellos, hacia Jaravía; yo hacia Pulpí.
Ni que decir tiene que dándole caña a los pedales para poder salvar la subida de Puerto Carril en el menor tiempo posible y evitarme en la medida de lo posible el peligro de ir "acompañado" tan sólo de una "luciérnaga" roja en el casco y de una banda reflectante en la tija del sillín.
No he tenido ningún problema. Tan sólo me adelantan 3 ó 4 vehículos en todo el trayecto.
En lo sucesivo procuraré estar de vuelta antes de que caiga la noche.
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