lunes, 1 de agosto de 2011

Adiós a un mes sin pena ni gloria

Efectivamente.Tal y como se lee.
Julio, desde el punto de vista ciclista, ha sido un mes sin pena ni gloria.
Y la verdad es que por múltiples motivos he cerrado julio con muy pocos kilómetros, casi los mismos que el año pasado.
Acabo de mirar mis números y las cifras lo ponen de manifiesto: sólo 9 salidas para totalizar 535 kms. recorridos frente a las 10 salidas de 2010 y los 555 kms. acumulados muy lejos de las 18 etapas y 867 kms. de 2009.
¿Vamos como los cangrejos?
Tengo la impresión que sí y sobre todo porque parece ser que el gusanillo de salir a diario no aparece por ningún lado.
El hecho es que este domingo he cerrado julio y lo he hecho en solitario.
Nadie apareció en el lugar de partida, con nadie me encontré en Terreros -excepción hecha de Patricio Rguez. y de Alfonso Navarro con los que me crucé en pleno boulevard- y a nadie me pude unir en todo mi recorrido.
Lo positivo de la jornada es que la hice a mi aire, sin supeditación alguna, haciendo y deshaciendo planes y rutas según me iba conviniendo.
De salida, hacia la cuesta del Capitán buscando estar en Terreros antes de las 8 de la mañana. Sólo 31 minutos necesité para plantarme en la explanada del centro médico.
No hay señal de biker en la zona y pongo rumbo hacia Águilas.
Al llegar a la playa de las Palmeras opto por tomar el asfalto y no abandonarlo hasta la rotonda de Agrucapers desde  donde por el camino de servicio paralelo  a la autovía Águilas-Lorca pongo rumbo a Los Arejos.
Llegado a la altura de la rambla del Charcón tomo la variante de los invernaderos del Paloma -el mismo recorrido a la inversa de la marcha de Águilas- para posteriormente desviarme hacia la carretera de Los Arejos. 
En la rotonda de Los Arejos se me plantea el dilema de qué ruta elijo para regresar a Terreros: ¿la de las tuberías o la de Puerto Carril?
Considerando que la de Puerto Carril supone mayor kilometraje y que voy a cerrar julio con déficit en las piernas me decanto por subir por asfalto y bajar por Gorreta.
Han transcurrido apenas 2 horas de marcha y le he dado prácticamente la vuelta a "la manzana". 
Aquí en Gorreta hago un alto en el camino para aliviar aguas, engullir el plátano matinal y realizar las fotos del día.
En la bajada me llevo la sorpresa de la jornada. Hacía mucho tiempo que no contemplaba este camino tan destrozado y peligroso.
No cabe otra actuación que tomar toda la precaución del mundo en el descenso sobre todo porque me encuentro solo ante cualquier incidente.
En las inmediaciones del invernadero de Juan López -pasado el puente de la vía férrea- contemplo cómo las higueras han comenzado a ofrecer sus frutos a todos los transeúntes y de inmediato me "enfango" en dar cuenta de 4 ó 5 ejemplares con unos rayados geométricamente perfectos.
De aquí, al Cocón para abordar el tramo final hacia Terreros a través de Cañada Blanca.
Y de este modo, la previsión inicial de terminar la mañana con al menos medio centenar de kms. en las piernas se cumplió.
Y la verdad es que estaba deseando de alcanzar los 50 kms. para dejar de pedalear.
Y después de ello a experimentar la placentera sensación matutina de nadar en el mar sin agobios circundantes.
 

No hay comentarios: