Y después del palizón de esa misma tarde, con apenas tiempo para ducharse y cambiarse de atuendo deportivo nos embarcamos en una nueva propuesta pedestre de la concejalía de Deportes: ruta de la luna llena.
Todo un éxito. Desconozco el número total de participantes inscritos, pero a tenor del espectáculo "luciernagario" contemplado en la senda al borde de los acantilados que conducen de Honduras a Las Palmeras muy pocos faltarían para los dos centenares.
La verdad es que resultaba espectacular contemplar el tránsito del interminable rosario de luces.
¡Qué pena haberme quedado sin batería en la cámara a las primeras de cambio!
Un recorrido espectacular próximo a los 9 kms. apoyado en todo momento por los servicios de Protección Civil que concluyó en torno a la 1 de la mañana, momento a partir del cual en el Jardín de la Pepa se ofreció un refrigerio a todos los participantes.
Si algo hay que colocar en el debe de la organización sería el hecho de no haber proseguido hasta la ensenada de Los Cocedores con el mar en calma y reflejándose la luna llena sobre su superficie.
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