Ya estamos instalados de nuevo en Pulpí y consecuentemente a partir de ahora este será el punto de partida de las aventuras que se tercien.
Hoy, en solitario, después de contemplar en TDP la exhibición final de Dani Moreno y de "Purito" Rodríguez en la llegada a Valdepeñas de Jaén, he tenido ocasión de rememorar un recorrido que hacía algún que otro año no realizaba: la bajada hacia Los Lobos por la rambla de las Gachas.
De salida opto por dirigirme hacia el Centro Hípico con intención de bajar hasta Guazamara y desde allí, rambla abajo, aparecer a la altura de la gasolinera de Los Lobos.
La rambla de las Gachas, ahora sin agua, conserva casi las mismas dificultades que tiempo atrás, si bien en algún que otro tramo el paso de vehículos para el servicio de las fincas colindantes ha abierto nuevos caminos, circunstancia que ha mejorado sustancialmente el tránsito por la zona.
Llegado a Los Lobos me dirijo hacia la variante del camping Yerbabuena con objeto de retornar a la rambla que conduce a Villaricos.
Tiempo de avituallamiento y cambio de aguas en el mirador del Peñón Cortado para desde aquí proseguir ruta, variantes de El Calón y Cala Panizo incluidas, hacia Terreros.
Y de Terreros, por carretera, hacia Jaravía, tramo en el que me encuentro con Antonio Martínez "Cerve" que esta tarde ha optado por correr a pie en lugar de hacerlo en bicicleta.
Intercambiamos impresiones y cada uno proseguimos nuestra ruta.
En la subida de la cuesta del Capitán me encuentro sorpresivamente con Ismael Artero -un zagal de 14 años- que ha optado por echar pie a tierra ante la imposibilidad de subir montado aquejado de dolores en el vientre.
Le aconsejo con relación al desarrollo que ha de poner para poder subir cómodamente, le invito a pedalear de nuevo, pero al cabo de unos metros no puede con su alma y de nuevo pie a tierra.
Opto por acompañarle en su subida, sobre todo porque la caída de la luz del día avanza velozmente y aún resta por subir más de medio km.
En este tramo nos cruzamos en primer lugar con Alfonso Delgado "Suna" corriendo a pie enfundado en su mono de triatlón y posteriormente con Juan Antonio Cano en bici de carretera realizando series.
Una vez suavizada la pendiente, invito de nuevo a Ismael a montarse en la bici y comienzo a subirlo empujándole, pero pronto arroja su toalla.
¡Menudo recuerdo va a tener de su primer intento de subir la cuesta del Capitán!
Al final, otro nuevo intento, otra ayudita y coronamos el alto.
A partir de aquí, sólo queda dejarse llevar hasta Pulpí y otra vez la misma historia de la última salida: luciérnaga roja en el casco y reflectante en la tija.
Esta vez estaba más que justificado llegar así porque de no haberlo hecho no sé que habría sido de este zagal.
1 comentario:
Saludos cordiales Fraferos
cómo cronista es el Federer
del bicicleteo en BTT
ahora añade en su haber
buen samaritano tambien ser
y es que la mejor educación
que se puede dar es el ejemplo
autrefois lo decía aquel:
haz el bien a cuantos puedas
y encontraras a menudo caras
que te infundiran alegría.
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