La de veces que hemos bikeado por sierra Cabrera y mira por dónde aún me quedaban zonas ciclabes -mucho me temo que no serán las últimas- por descubrir.
Había tenido ocasión de oir que la primera parte del recorrido de la V marcha de MTB que organiza la Asociación Deportiva Cultural de los Bomberos del Levante Almeriense era muy exigente, que había que superarla sin grandes derroches de energía.
El Guazabike Team |
Había visto el trazado "googlero" del recorrido y no lograba ubicarme en el entorno, había revisado el perfil y no vislumbraba a priori la magnitud de sus rampas.
Después de dos ediciones consecutivas sin pisar sierra Cabrera tenía ciertas ganas de "probar" si la preparación y entrenamiento "spinero" al que estoy sometiéndome tendría repercusiones en esta primera parte del recorrido.
La verdad es que, exceptuada la rampa final del Peñón de... -no recuerdo el nombre que un compañero de ascensión le dio- con un 24% según mi GPS, la subida se podía llevar bien.
Una vez coronada la primera dificultad -por debajo de los 400 metros- el descenso hacia la cañada de Cortijo Cabrera se hace vertiginoso a la par que peligroso -¡Menuda siembra de botes de agua e incluso bombas y gafas por doquier! ¡Para poder completar un sobre "Bar cenero"!.
Tramo del Peñón: 24% |
A estas alturas del recorrido seguía sin lograr ubicarme en la sierra hasta que por arte de birlibiloque, después de un tramo con el asfalto muy deteriorado, en plena curva hacia la derecha, se abre ante mis ojos el cruce con la carretera de ascensión de Cortijo Grande hacia Royo Morera.
Ahora sí sé dónde estoy. A partir de aquí por asfalto sé que puedo exigirle algo más a mi cuerpo y comienzo a rodar con cierta comodidad por esta zona quebrada.
Sendas de Cortijo Cabrera: pie a tierra |
Y de nuevo, en la bajada vertiginosa y peligrosa hacia el río Aguas hay que extremar la precacución para no hacer ningún recto o dar con el cuerpo en el suelo.
El anunciado avituallamiento de fruta y líquido está esperando.
Desilusión. De fruta, sólo plátano. Me como uno. De líquido, una cuba de agua de Inox. Paso de ella.
Y a batallar contra la arena. Hoy estaba de lujo comparada con la segunda edición de esta marcha que tuvimos que subir y bajar salvando los "penetrables" regatos de agua.
Abandonada la rambla, inicio mi etapa de progresión. Adelantamientos y más adelantamientos.
El "diésel" comienza a funcionar y la zona de caminos y toboganes se salvan sin grandes problemas.
Desde el tránsito por el "aeródromo" hasta meta, el recorrido de lujo a pesar de las dificultades arenosas de la penúltima rambla.
Sólo un pero en la última ¿cuesta? en la antesala de la línea de meta. Los aductores se sienten molestos del trato que les he dado en los últimos 20 kms., me avisan pero no les hago caso. Total, ya hemos llegado.
Lo mejor de todo, sin lugar a dudas, el tiempo invertido. Según el "chip", 2:30:52 horas, tiempo que me ha servido para alcanzar el puesto 299 de una general en la que 678 bikers inscribieron su nombre.
Tiempo en meta para captar la entrada de Blas, entrega del chip, ingesta de una cerveza, saludos al "Incansable" Pepe López, a Gerardo Martínez, a David -presidente del CDC Peñas Negras y organizador de la maratón de El Ejido- y camino del campo de fútbol a la espera de la llegada de Gabi Cervantes que ha de trasvasar su material al vehículo del Guazabike Team y arreando hacia Cuevas si no quiero llegar tarde.
Una celebración familiar muy importante no me permite tomar parte en el "fin de fiesta".
Tiempo en meta para captar la entrada de Blas, entrega del chip, ingesta de una cerveza, saludos al "Incansable" Pepe López, a Gerardo Martínez, a David -presidente del CDC Peñas Negras y organizador de la maratón de El Ejido- y camino del campo de fútbol a la espera de la llegada de Gabi Cervantes que ha de trasvasar su material al vehículo del Guazabike Team y arreando hacia Cuevas si no quiero llegar tarde.
Una celebración familiar muy importante no me permite tomar parte en el "fin de fiesta".
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