La cita de Sierra Cabrera ha llegado y para abrir boca o para preparar el cuerpo -según se quiera entender- no se nos ha ocurrido otra cosa que darnos un soberano palizón al enfrentarnos, una vez más y ya son incontables, a la Sierra de Almagro.
En esta ocasión, bien temprano -cual llanero solitario- me dirijo hacia Guazamara, enclave donde Paco Pérez, Simón Díaz y Juan Blas Soler esperaban mi llegada para comenzar la andadura matinal.
Soy el primero en llegar a la explanada del bar El Puente. La verdad es que me he adelantado más de 10 minutos con relación a la hora prevista. El fresco de la mañana hace que uno pedalee con mayor ritmo para entrar en calor. Los poco más de 8 kms. que median entre Pulpí y Guazamara los he realizado en 17 minutos.
Conformada la expedición, bajamos por la cuesta Marquina en dirección al camino Real donde Juan Blas se suma al grupo.
Pedales y más pedales hasta plantarnos en El Alhanchete en un tiempo de 1 hora y 7 minutos. Un crono prudencial.
A partir de aquí abordamos la subida a la Sierra y como quiera que Paco Pérez desconoce la subida por tierra que se abre en la mina de los Tres Pacos decidimos darle el gustazo y... a subir. En algunos momentos en animada charla, en otros ensimismados, procurando proporcionarle todo el aire que nuestros pulmones se empeñan en reclamarnos insistentemente y nuestro resuello lo testifica continuamente.
Alcanzada la cima, algo más de 560 metros según el GPS, a la altura del cortijo de los Pastores -tal vez no sea este su nombre, pero a mí me vale- continuamos la ruta por el camino encementado que se dirige hacia Huércal Overa.
Hacemos un alto fotográfico obligado -¡la de trabajo que nos ha costado convertir las bicis en un improvisado trípode! y ponemos rumbo hacia La Rellana.
Y como siempre ocurre, en el camino de descenso, en el área de descanso hacemos la parada de avituallamiento de la jornada. En este momento llevamos 2 horas y 10 minutos de marcha. Me entretengo en hacer alguna que otra foto del entorno, sobre todo del camino que se nos abre a nuestra izquierda y que me plantea muchas interrogantes sobre sus itinerarios y posibilidades de abordarlo en otra próxima salida. Será nuestro próximo objetivo.
Una vez avituallados, manta y camino de descenso hacia el valle que nos pondría a los pies de la impresionate subida de 1 km., rampas de 16%, que nos conducirá a La Rellana.
Desde aquí nos dirigimos hacia el cortijo del Grajo con la finalidad de conectar con El Saltador a través de una escalofriante bajada -en esta ocasión su estado general ha mejorado con relación a ocasiones anteriores.
Una vez alcanzado el camino asfaltado de El Saltador, pies para qué os quiero. Paco Pérez tiene que estar en Guazamara en torno a las 12 y faltan 45 minutos para ello.
El descenso por la rambla de los Mahomas con Páco Pérez a la cabeza hasta el Centro Hípico se hace a muy buen ritmo.
Aquí nos separamos y quedamos citados para mañana domingo con objeto de realizar el desplazamiento conjunto hasta Turre: alas 8:15 horas se saldrá desde el bar el Puente.
Sierra Cabrera nos espera a las 9 de la mañana.
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