Efectivamente, estaba anunciada y como tal se llevó a cabo. Lástima que el "match" de fútbol de la jornada vespertina de ayer sábado no dejara a Paco Pérez y cía en condiciones de afrontar nuestro reto dominical.
¡No sabéis la que os habéis perdido!
Kilómetros lo que se dice Kms. han sido los justos: ni siquiera hemos llegado a los 50 kms. Claro está, según mi Cateye. Recorrido, muy variado; pero dureza, lo que se dice dureza, ha habido a capazos. Sobre todo en el tramo que recorrre la Sierra de Oeste a Este, el itinerario que, iniciándose en el enlace de la carretera de Gafarillos con Turre, nos ha llevado hasta el paraje de Los Moralicos.
Y he aquí la clave del consensuado acortamiento de la ruta. El personal no estaba para tirar cohetes después de haberse enfrentado a un tramo ondulado de unos 7 Kms.en el que los porcentajes de las subidas se han aliado con la veintena. Hasta el 22% en el tramo final.
Y de los participantes qué decir. Pues que a la hora acordada, frente a la explanada de casa Adelina, nos hallábamos 10 mtberos dispuestos a lo que fuera.
Los más madrugadores Antonio Alonso y Paco García, bikers de Mojácar, junto a Rafa "el de la Venta de Terreros". Un encanto de personas.
Después llegamos los cuatro pulpileños: Diego con Maria José -se lo han pensado esta misma mañana y se han venido a Turre- y yo junto a mi hijo Antonio.
Después ha aparecido Gerardo, ya montado en su bici, en tanto que los últimos en aparecer han sido Míchel y Antonio Fernández "Guerri" -el despertador le ha jugado una mala pasada y no le había dado tiempo a comprobar su material de trabajo: un pinchazo y... sin el casco de batalla. Así que manos a la obra, eliminación de pincha de la cubierta, cambio de cámara y andando.
Primera parada, cerca de la casa de Gerardo. Objetivo: realización de la acostumbrada foto de grupo. No funciona el disparador automático: Así pues, trabajo para el "fotosop". La primera la hago yo y después Gerardo se ofrece para la siguiente.
Y comienza la ruta comandada por Gerardo. Nos adentramos en los terrenos por los que discurrió la pasada primavera la ruta que organizaron los bomberos de Turre. Caminos,sendas, toboganes...subidas y bajadas. Llegamos a la rambla de los Murtales -supongo que se llamará así- y comenzamos a salvar los continuos bancos de arena.
Posterioremnte cambiamos de rambla y adentramos por otra que nos conduce al área recreativa de La Limera.
Primer alto de la jornada para avituallarnos y reponer agua.
A partir de aquí iniciamos una larga y tendida subida, pendientes inferiores al 15%, hasta coronar Los Murtales -¿Qué pintan por aquí las conducciones de Enagas? -y comenzar un largo descenso hasta la pedanía de Gacia Alto. Atravesamos el poblado y nos encaminamos a lo que supuestamente puede ser la zona de la vega.
Y ahora sí que se complica la cosa. Subidas, bajadas, más subidas, más bajadas y así hasta llegar a la carretera que une Gafarillos con Turre.
Momentos de indecisión por parte de Paco García. No sabe qué hacer. Conoce el tramo que vamos a iniciar y no se siente con las fuerzas necesarias. Pero, la insistencia de unos y otros hacen mella en su ego y... vámonos. Todos hacia Los Moralicos.
Comienza la desolación paisajística provocada por el fuego y desde el punto de vista mtbero las grandes dificultades de la jornada. El molinillo se nos ha quedado corto a más de uno. Rampa tras rampa, pulsaciones al límite de la capacidad cardíaca,el resuello muy amplificado...
Me quedo rezagado en este tramo para ir captando instantáneas de la naturaleza. Mi desesperanza ante tanta desolación -aún es perceptible el olor a quemado en determiandas zonas del trayecto- se torna esperanza al contemplar cómo la naturaleza es capaz de regenerarse y comienzan a aparecer los primeras señales de eclosión vegetal para una nueva etapa. Fotos y más fotos, detalles por doquier...
Y llegamos a Los Moralicos. Descendemos hasta el poblado y aprovechamos su fuente para beber y recargar agua. Nuevas fotografías de grupo y surge la división de opiniones sobre la ruta a seguir. Miramos el reloj. Estamos al borde la 1 de la tarde. Si optamos por bajar por La Adelfa hasta el Sopalmo se nos hace demasiado tarde. Así pues, todos de acuerdo: A Turre por La Carrasca en un "pis pas". Luego resultaría casi un "pas pis".
La verdad es que bajar se baja muy bien. El grupo se estira y yo, como ha sido habitual en este recorrido, quedo rezagado con mis fotos y acompañando en su descenso a Paco García.
Finalmente, reagrupamiento antes de llegar a la urbanización de Cortijo Grande -por Dios, hasta aquí ha llegado el fuego devastador. Ni la señalización de tráfico ha sido ajena al calor del fuego-.
Y a partir de aquí, cada uno arropado por su peso desciende hacia Turre.
Han sido 3 horas y 48 minutos de andadura real de bicicleta y algo más de 4 horas y 25 minutos los invertidos en el recorrido de 49.2 kms., datos referidos siempre a mi Cateye.
Los datos ofrecidos por el GPS son de espanto: 1563 metros acumulados en ascenso, 1556 metros en ascenso; altura máxima alcanzada, 823 metros -a los pies de La Mezquita-; frecuencia cardíaca máxima, 182 pulsaciones -vamos, como para haberme pasado cualquier cosa- en atnto que el promedio de pulsaciones ha sido de 141.
Lo dicho, una bonita a la par que sudada jornada dominical rodeados de 10 excelentes mtberos.
domingo, 22 de noviembre de 2009
sábado, 21 de noviembre de 2009
Asalto a Sierra Almagro por la Mina de los Tres Pacos
La cita de Sierra Cabrera ha llegado y para abrir boca o para preparar el cuerpo -según se quiera entender- no se nos ha ocurrido otra cosa que darnos un soberano palizón al enfrentarnos, una vez más y ya son incontables, a la Sierra de Almagro.
En esta ocasión, bien temprano -cual llanero solitario- me dirijo hacia Guazamara, enclave donde Paco Pérez, Simón Díaz y Juan Blas Soler esperaban mi llegada para comenzar la andadura matinal.
Soy el primero en llegar a la explanada del bar El Puente. La verdad es que me he adelantado más de 10 minutos con relación a la hora prevista. El fresco de la mañana hace que uno pedalee con mayor ritmo para entrar en calor. Los poco más de 8 kms. que median entre Pulpí y Guazamara los he realizado en 17 minutos.
Conformada la expedición, bajamos por la cuesta Marquina en dirección al camino Real donde Juan Blas se suma al grupo.
Pedales y más pedales hasta plantarnos en El Alhanchete en un tiempo de 1 hora y 7 minutos. Un crono prudencial.
A partir de aquí abordamos la subida a la Sierra y como quiera que Paco Pérez desconoce la subida por tierra que se abre en la mina de los Tres Pacos decidimos darle el gustazo y... a subir. En algunos momentos en animada charla, en otros ensimismados, procurando proporcionarle todo el aire que nuestros pulmones se empeñan en reclamarnos insistentemente y nuestro resuello lo testifica continuamente.
Alcanzada la cima, algo más de 560 metros según el GPS, a la altura del cortijo de los Pastores -tal vez no sea este su nombre, pero a mí me vale- continuamos la ruta por el camino encementado que se dirige hacia Huércal Overa.
Hacemos un alto fotográfico obligado -¡la de trabajo que nos ha costado convertir las bicis en un improvisado trípode! y ponemos rumbo hacia La Rellana.
Y como siempre ocurre, en el camino de descenso, en el área de descanso hacemos la parada de avituallamiento de la jornada. En este momento llevamos 2 horas y 10 minutos de marcha. Me entretengo en hacer alguna que otra foto del entorno, sobre todo del camino que se nos abre a nuestra izquierda y que me plantea muchas interrogantes sobre sus itinerarios y posibilidades de abordarlo en otra próxima salida. Será nuestro próximo objetivo.
Una vez avituallados, manta y camino de descenso hacia el valle que nos pondría a los pies de la impresionate subida de 1 km., rampas de 16%, que nos conducirá a La Rellana.
Desde aquí nos dirigimos hacia el cortijo del Grajo con la finalidad de conectar con El Saltador a través de una escalofriante bajada -en esta ocasión su estado general ha mejorado con relación a ocasiones anteriores.
Una vez alcanzado el camino asfaltado de El Saltador, pies para qué os quiero. Paco Pérez tiene que estar en Guazamara en torno a las 12 y faltan 45 minutos para ello.
El descenso por la rambla de los Mahomas con Páco Pérez a la cabeza hasta el Centro Hípico se hace a muy buen ritmo.
Aquí nos separamos y quedamos citados para mañana domingo con objeto de realizar el desplazamiento conjunto hasta Turre: alas 8:15 horas se saldrá desde el bar el Puente.
Sierra Cabrera nos espera a las 9 de la mañana.
En esta ocasión, bien temprano -cual llanero solitario- me dirijo hacia Guazamara, enclave donde Paco Pérez, Simón Díaz y Juan Blas Soler esperaban mi llegada para comenzar la andadura matinal.
Soy el primero en llegar a la explanada del bar El Puente. La verdad es que me he adelantado más de 10 minutos con relación a la hora prevista. El fresco de la mañana hace que uno pedalee con mayor ritmo para entrar en calor. Los poco más de 8 kms. que median entre Pulpí y Guazamara los he realizado en 17 minutos.
Conformada la expedición, bajamos por la cuesta Marquina en dirección al camino Real donde Juan Blas se suma al grupo.
Pedales y más pedales hasta plantarnos en El Alhanchete en un tiempo de 1 hora y 7 minutos. Un crono prudencial.
A partir de aquí abordamos la subida a la Sierra y como quiera que Paco Pérez desconoce la subida por tierra que se abre en la mina de los Tres Pacos decidimos darle el gustazo y... a subir. En algunos momentos en animada charla, en otros ensimismados, procurando proporcionarle todo el aire que nuestros pulmones se empeñan en reclamarnos insistentemente y nuestro resuello lo testifica continuamente.
Alcanzada la cima, algo más de 560 metros según el GPS, a la altura del cortijo de los Pastores -tal vez no sea este su nombre, pero a mí me vale- continuamos la ruta por el camino encementado que se dirige hacia Huércal Overa.
Hacemos un alto fotográfico obligado -¡la de trabajo que nos ha costado convertir las bicis en un improvisado trípode! y ponemos rumbo hacia La Rellana.
Y como siempre ocurre, en el camino de descenso, en el área de descanso hacemos la parada de avituallamiento de la jornada. En este momento llevamos 2 horas y 10 minutos de marcha. Me entretengo en hacer alguna que otra foto del entorno, sobre todo del camino que se nos abre a nuestra izquierda y que me plantea muchas interrogantes sobre sus itinerarios y posibilidades de abordarlo en otra próxima salida. Será nuestro próximo objetivo.
Una vez avituallados, manta y camino de descenso hacia el valle que nos pondría a los pies de la impresionate subida de 1 km., rampas de 16%, que nos conducirá a La Rellana.
Desde aquí nos dirigimos hacia el cortijo del Grajo con la finalidad de conectar con El Saltador a través de una escalofriante bajada -en esta ocasión su estado general ha mejorado con relación a ocasiones anteriores.
Una vez alcanzado el camino asfaltado de El Saltador, pies para qué os quiero. Paco Pérez tiene que estar en Guazamara en torno a las 12 y faltan 45 minutos para ello.
El descenso por la rambla de los Mahomas con Páco Pérez a la cabeza hasta el Centro Hípico se hace a muy buen ritmo.
Aquí nos separamos y quedamos citados para mañana domingo con objeto de realizar el desplazamiento conjunto hasta Turre: alas 8:15 horas se saldrá desde el bar el Puente.
Sierra Cabrera nos espera a las 9 de la mañana.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Domingo, 22, Sierra Cabrera
Ya tenemos encima el fín de semana y con él la ocasión de participar el próximo domingo, día 22, en otra nueva propuesta Mtbera en el entorno de Sierra Cabrera.
Una vez más será nuestro compañero Gerardo quien se aventurará a conducirnos por esta nueva ruta que recorrerá en toda su extensión Sierra Cabrera.
El lugar de concentración, como siempre, en Turre, en la explanada situada frente a Casa Adelina.
Respecto a la hora de partida, Gerardo recomienda no hacerlo más allá de las 9 porque tenemos que enfrentarnos a un recorrido circular de 65 kms. en el que hemos de invertir unas 5 horas. Y si lo dice Gerardo, eso va a misa.
Con respecto al recorrido, la mayor parte del mismo será novedoso para casi todo el mundo -aunque siempre hay alguien para el que no existe camino desconocido y si no ya lo veremos cuando Míchel tome la cabeza del grupo.
Gerardo nos propone partir de Turre en dirección a la urbanización de Cortijo Grande para desde allí a través de algún que otro camino venir a caer -en todos los sentidos- a la rambla - ¡cuántos nos perdimos en ella en la marcha organizada por los bomberos de Turre! que nos conducirá hasta el impresionante paraje de pinos de Los Murtales desde donde cruzaremos y coronaremos Sierra Cabrera para adentrarnos en los continuos toboganes que se abren en su vertiende sur para conducirnos finalmente hasta el Sopalmo.
A partir de aquí, pedales y más pedales por carretera en dirección a Mojácar y finalmente Turre.
Si las previsiones se cumplen, en torno a las 2 de la tarde todo estará concluido y, llegado el caso, si así lo decidimos pues podemos festejar tal hazaña con una comida de convivencia.
Pero claro, esto es una cosa que no se puede improvisar. Si estamos dispuestos a quedarnos, hay que confirmarlo ya. Después es demasiado tarde.
Con relación a esta quedada que nadie se confunda. Una cosa es esta, la nuestra; y otra, la que organiza el sábado los bikers de El Cabezo La Jara de Puerto Lumbreras. Entre ambas no hay ninguna relación. Bueno, sí, una: el lugar, pero nada más.
Una vez más será nuestro compañero Gerardo quien se aventurará a conducirnos por esta nueva ruta que recorrerá en toda su extensión Sierra Cabrera.
El lugar de concentración, como siempre, en Turre, en la explanada situada frente a Casa Adelina.
Respecto a la hora de partida, Gerardo recomienda no hacerlo más allá de las 9 porque tenemos que enfrentarnos a un recorrido circular de 65 kms. en el que hemos de invertir unas 5 horas. Y si lo dice Gerardo, eso va a misa.
Con respecto al recorrido, la mayor parte del mismo será novedoso para casi todo el mundo -aunque siempre hay alguien para el que no existe camino desconocido y si no ya lo veremos cuando Míchel tome la cabeza del grupo.
Gerardo nos propone partir de Turre en dirección a la urbanización de Cortijo Grande para desde allí a través de algún que otro camino venir a caer -en todos los sentidos- a la rambla - ¡cuántos nos perdimos en ella en la marcha organizada por los bomberos de Turre! que nos conducirá hasta el impresionante paraje de pinos de Los Murtales desde donde cruzaremos y coronaremos Sierra Cabrera para adentrarnos en los continuos toboganes que se abren en su vertiende sur para conducirnos finalmente hasta el Sopalmo.
A partir de aquí, pedales y más pedales por carretera en dirección a Mojácar y finalmente Turre.
Si las previsiones se cumplen, en torno a las 2 de la tarde todo estará concluido y, llegado el caso, si así lo decidimos pues podemos festejar tal hazaña con una comida de convivencia.
Pero claro, esto es una cosa que no se puede improvisar. Si estamos dispuestos a quedarnos, hay que confirmarlo ya. Después es demasiado tarde.
Con relación a esta quedada que nadie se confunda. Una cosa es esta, la nuestra; y otra, la que organiza el sábado los bikers de El Cabezo La Jara de Puerto Lumbreras. Entre ambas no hay ninguna relación. Bueno, sí, una: el lugar, pero nada más.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Festejando el matrimonio de Juan y Bárbara
Al fin, después de unos cuantos años de noviazgo y de unos miles de kms. de pedaladas al unísono, Juan y Bárbara o Bárbara y Juan -que no se mosquée ningun(a) defensor(a) de la igualdad entre sexos- han contraído matrimonio.
La ceremonia religiosa tuvo lugar el pasado sábado, 7 de noviembre, en San Juan de los Terreros - a ver cuando concluyen las obras de rehabilitación de nuestra Iglesia Parroquial- contando con la presencia de familiares, amigos y una sorprendente tuna que además de cantar la misa, en tanto los novios cumplían con el protocolo de las firmas y las fotos, deleitaron a los acompañantes con su amplio repertorio musical.
Posteriormente el cortejo nupcial se trasladó hasta el hotel Amaltea de la vecina localidad de Lorca.
Entre los aperitivos para abrir boca y esperar la llegada de los novios servidos en la terraza del hotel, los suculentos aperitivos y sabrosos platos regados con buenos caldos, los tradicionales "vivan los novios" y "que se besen", el buen ambiente festivo reinante en la sala y la "marcha" ofrecida por la orquesta transcurrió una velada que se prolongó hasta bien prolongada la madrugada. Vamos, supongo que sería así porque aunque yo abandoné la fiesta -a ciertas edades no puede uno llevar tanto ajetreo en el cuerpo- pasadas las 2 y media de la noche, el ambiente reinante prometía mucho.
Vaya desde este blog, mi más sincero deseo de felicidad y prosperidad para esta pareja de bikers y ante todo extraordinarios amigos.
Enhorabuena y... a partir de ahora, una vez superado el ajetreo que os ha tenido ocupados durante tanto tiempo, a montar en bici. Los dos. A la vuelta del calendario El Brujo nos espera.
La ceremonia religiosa tuvo lugar el pasado sábado, 7 de noviembre, en San Juan de los Terreros - a ver cuando concluyen las obras de rehabilitación de nuestra Iglesia Parroquial- contando con la presencia de familiares, amigos y una sorprendente tuna que además de cantar la misa, en tanto los novios cumplían con el protocolo de las firmas y las fotos, deleitaron a los acompañantes con su amplio repertorio musical.
Posteriormente el cortejo nupcial se trasladó hasta el hotel Amaltea de la vecina localidad de Lorca.
Entre los aperitivos para abrir boca y esperar la llegada de los novios servidos en la terraza del hotel, los suculentos aperitivos y sabrosos platos regados con buenos caldos, los tradicionales "vivan los novios" y "que se besen", el buen ambiente festivo reinante en la sala y la "marcha" ofrecida por la orquesta transcurrió una velada que se prolongó hasta bien prolongada la madrugada. Vamos, supongo que sería así porque aunque yo abandoné la fiesta -a ciertas edades no puede uno llevar tanto ajetreo en el cuerpo- pasadas las 2 y media de la noche, el ambiente reinante prometía mucho.
Vaya desde este blog, mi más sincero deseo de felicidad y prosperidad para esta pareja de bikers y ante todo extraordinarios amigos.
Enhorabuena y... a partir de ahora, una vez superado el ajetreo que os ha tenido ocupados durante tanto tiempo, a montar en bici. Los dos. A la vuelta del calendario El Brujo nos espera.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Rampas y rampones del 35% en el entorno de la Sierra de Almagro
Las previsiones meteorológicas ofrecidas por Paco Pérez para la jornada matinal del sábado, 7 de noviembre, se cumplieron casi a rajatabla.
Aún así, a las 8:15 horas, Ángel Martínez, Diego José Navarro "gato" y este narrador comenzamos a rodar sin ruta establecida.
Inicialmente, temiendo las inclemencias de las anunciadas rachas de viento, optamos por una ruta apacible por la costa y con esta intención nos encaminamos hacia La Fuente buscando la subida del Puerto de los Peines -zona del Apartadero o del Merendero - para posteriormente adentranos en el entorno del Cerro de los Pinos en donde tuvimos la ocasión de mostrarle a Diego -es increíble con la cantidad de kms. que llevamos hechos- una variante que resultó nueva para él para desde allí enlazar con el camino del cortijo de los Barazas y acto seguido desviarnos del camino de La Fuente a Grima para abordar otra variante por otra cañada -ahora en pleno proceso de transformación por parte de su dueño- que nos conduciría finalmente hasta el lecho de la rambla de las Canalejas.
Llegados a la carretera de acceso a Grima cambiamos de planes y en lugar de seguir bajando hacia Villaricos -objetivo inicial- ponemos rumbo hacia la sierra de Almagro a través de la rambla de las Gachas.
El viento comienza a manifestarse, pero aún así seguimos adelante y comenzamos nuestra lenta ascensión hasta el cortijo del Soto donde hacemos un alto en el camino para reponer parte de las energías quemadas en la dura subida.
Situados en esta atalaya y oteando el horizonte descubrimos una posible variante a nuestro recorrido y decidimos afrontarla.
Descendemos hacia la rambla de los Mahomas y en el momento que localizamos el posible camino de subida hacia la cima de esta variante del cortijo del Olivo Sestero lo abordamos con la inquietud de enfrentarse a lo desconocido.
Lo primero que nos sorprende es que las rampas de subida son similares a las del cortijo del Soto, rondando en trono al 15% en la mayor parte.
Ascendida la primera parte, se nos abren dos vías: a la derecha, el camino continúa hacia la cima de la montaña; a la izquierda, se adentra en un barranco.
Optamos por seguir a la derecha y nos enfrentamos a las primeras rampas duras de la jornada: camino dibujado por el paso de maquinaria pesada -tal vez orugas-, terreno suelto y un 25% de desnivel. En algún tramo hay que echar pie a tierra.
Al coronar, a 573 metros -16 menos que el alto del Soto-, nos llevamos una gratísima impresión: se nos abre un impresionante panorama.
A nuestros pies, una escalofriante bajada hacia la rambla de los Mahomas; frente a nosotros, el trazado de otra nueva ruta paralela a la rambla -hay que subir hasta aquí para descubrirla- y al fondo, en la inmensidad de la lejanía, se contempla la Sierra de Almagrera y el mar. Ni que decir tiene que me deleita tanta belleza y aprovecho el singular momento para captarla con la cámara de fotos.
Lentamente descendemos hasta el cauce de la rambla -para asegurarnos nuestra integridad física hay que bajarse de la bicicleta en varias ocasiones- y nos dirigimos a la nueva variante que se abre a nuestra derecha unos cuantos metros más abajo en el mismo lecho de la rambla.
La variante de reciente apertura, según los cazadores con los que tuvimos ocasión de hablar, se nos ofrece muy atractiva a la vista con continuos "toboganes" del terreno, si bien terminó machancándonos plenamente las rodillas.
Hasta ahora, en los muchos kms. que he realizado, no sé si el cortafuegos de la Almudayma de este año es equiparable, me he enfrentado a estos desniveles: 35%.
Ni que decir tiene que aquí hay que bajarse al menos en tres ocasiones y bien bajado. La suerte que tuvimos es que el viento nos soplaba y bien por la espalda y se alió con nosotros y nos facilitó nuestra particular "escalada".
Superada esta cima, inferior a los 500 metros de altitud, iniciamos el descenso vertiginoso -Ángel sufrió una caída- hacia la cañada que conecta la rambla de lso Mahomas con el camino de Los Guiraos.
Llegados a la rambla, el viento se mostró dispuesto a colaborar con nosotros y sin apenas darnos cuenta nos plantamos en Pulpí.
Al final, la ruta concluyó con algo más de 46 kms. -desde mi punto de vista muy exigentes- en un tiempo de algo más de 3 horas y 21 minutos. La media: 13.7 kms./h.
Aún así, a las 8:15 horas, Ángel Martínez, Diego José Navarro "gato" y este narrador comenzamos a rodar sin ruta establecida.
Inicialmente, temiendo las inclemencias de las anunciadas rachas de viento, optamos por una ruta apacible por la costa y con esta intención nos encaminamos hacia La Fuente buscando la subida del Puerto de los Peines -zona del Apartadero o del Merendero - para posteriormente adentranos en el entorno del Cerro de los Pinos en donde tuvimos la ocasión de mostrarle a Diego -es increíble con la cantidad de kms. que llevamos hechos- una variante que resultó nueva para él para desde allí enlazar con el camino del cortijo de los Barazas y acto seguido desviarnos del camino de La Fuente a Grima para abordar otra variante por otra cañada -ahora en pleno proceso de transformación por parte de su dueño- que nos conduciría finalmente hasta el lecho de la rambla de las Canalejas.
Llegados a la carretera de acceso a Grima cambiamos de planes y en lugar de seguir bajando hacia Villaricos -objetivo inicial- ponemos rumbo hacia la sierra de Almagro a través de la rambla de las Gachas.
El viento comienza a manifestarse, pero aún así seguimos adelante y comenzamos nuestra lenta ascensión hasta el cortijo del Soto donde hacemos un alto en el camino para reponer parte de las energías quemadas en la dura subida.
Situados en esta atalaya y oteando el horizonte descubrimos una posible variante a nuestro recorrido y decidimos afrontarla.
Descendemos hacia la rambla de los Mahomas y en el momento que localizamos el posible camino de subida hacia la cima de esta variante del cortijo del Olivo Sestero lo abordamos con la inquietud de enfrentarse a lo desconocido.
Lo primero que nos sorprende es que las rampas de subida son similares a las del cortijo del Soto, rondando en trono al 15% en la mayor parte.
Ascendida la primera parte, se nos abren dos vías: a la derecha, el camino continúa hacia la cima de la montaña; a la izquierda, se adentra en un barranco.
Optamos por seguir a la derecha y nos enfrentamos a las primeras rampas duras de la jornada: camino dibujado por el paso de maquinaria pesada -tal vez orugas-, terreno suelto y un 25% de desnivel. En algún tramo hay que echar pie a tierra.
Al coronar, a 573 metros -16 menos que el alto del Soto-, nos llevamos una gratísima impresión: se nos abre un impresionante panorama.
A nuestros pies, una escalofriante bajada hacia la rambla de los Mahomas; frente a nosotros, el trazado de otra nueva ruta paralela a la rambla -hay que subir hasta aquí para descubrirla- y al fondo, en la inmensidad de la lejanía, se contempla la Sierra de Almagrera y el mar. Ni que decir tiene que me deleita tanta belleza y aprovecho el singular momento para captarla con la cámara de fotos.
Lentamente descendemos hasta el cauce de la rambla -para asegurarnos nuestra integridad física hay que bajarse de la bicicleta en varias ocasiones- y nos dirigimos a la nueva variante que se abre a nuestra derecha unos cuantos metros más abajo en el mismo lecho de la rambla.
La variante de reciente apertura, según los cazadores con los que tuvimos ocasión de hablar, se nos ofrece muy atractiva a la vista con continuos "toboganes" del terreno, si bien terminó machancándonos plenamente las rodillas.
Hasta ahora, en los muchos kms. que he realizado, no sé si el cortafuegos de la Almudayma de este año es equiparable, me he enfrentado a estos desniveles: 35%.
Ni que decir tiene que aquí hay que bajarse al menos en tres ocasiones y bien bajado. La suerte que tuvimos es que el viento nos soplaba y bien por la espalda y se alió con nosotros y nos facilitó nuestra particular "escalada".
Superada esta cima, inferior a los 500 metros de altitud, iniciamos el descenso vertiginoso -Ángel sufrió una caída- hacia la cañada que conecta la rambla de lso Mahomas con el camino de Los Guiraos.
Llegados a la rambla, el viento se mostró dispuesto a colaborar con nosotros y sin apenas darnos cuenta nos plantamos en Pulpí.
Al final, la ruta concluyó con algo más de 46 kms. -desde mi punto de vista muy exigentes- en un tiempo de algo más de 3 horas y 21 minutos. La media: 13.7 kms./h.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Volvemos a Sierra Cabrera
No se nos había olvidado. Han sido tantas y tan agradables las experiencias vividas a lomos de nuestras monturas en este paraje natural de Sierra Cabrera que resulta imposible olvidarse de ella.
Y estamos dispuestos a rememorar tales aventuras en muy breve tiempo. La fecha elegida,a priori, el domingo, día 22 de noviembre.
El lugar, como de costumbre, en Turre, en la explanada situada en las inmediaciones de casa Adelina.
El director de la ruta, nuestro amigo Gerardo.
En esta ocasión nos propone una nueva variante que partiendo de Turre y pasando por Cortijo Grande nos llevará rambleando hasta el paraje de Los Murtales para desde aquí ir serpenteando, subiendo y bajando Sierra Cabrera por su vertiente Sur-Este hasta alcanzar El Sopalmo con descenso posterior hacia la zona playera de Mojácar -¿comida incluida? y finalmente con enlace hasta Turre.
A partir de ahora, necesitamos con suma urgencia vuestras sugerencias y comentarios.
Animaos y a pedalear en Sierra Cabrera, máxime a partir de ahora que comienza su regeneración natural tras el desastre ecológico vivido este pasado verano.
Y estamos dispuestos a rememorar tales aventuras en muy breve tiempo. La fecha elegida,a priori, el domingo, día 22 de noviembre.
El lugar, como de costumbre, en Turre, en la explanada situada en las inmediaciones de casa Adelina.
El director de la ruta, nuestro amigo Gerardo.
En esta ocasión nos propone una nueva variante que partiendo de Turre y pasando por Cortijo Grande nos llevará rambleando hasta el paraje de Los Murtales para desde aquí ir serpenteando, subiendo y bajando Sierra Cabrera por su vertiente Sur-Este hasta alcanzar El Sopalmo con descenso posterior hacia la zona playera de Mojácar -¿comida incluida? y finalmente con enlace hasta Turre.
A partir de ahora, necesitamos con suma urgencia vuestras sugerencias y comentarios.
Animaos y a pedalear en Sierra Cabrera, máxime a partir de ahora que comienza su regeneración natural tras el desastre ecológico vivido este pasado verano.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Dieciocho bikers en la Transalmagro
La propuesta de Alonso Rojas ha sido todo un éxito toda vez que no solamente han acudido los habituales bikers sino que también lo han hecho otros por vez primera.
A la hora acordada, la explanada del Bar El Puente acogía a un total de 18 bikers dispuestos a enfrentarse a un extenso y duro recorrido.
Después de la foto de rigor, fiel testimonio de la quedada, el grupo se encaminaba hacia la cuesta Marquina para ir buscando el popular Camino Real que nos conducirá hasta la rambla de Jucainí.
Llegados aquí optamos por tomar rambla arriba en dirección al paraje de la fuente del Álamo.
Nos sorprenden los primeros tiros de la jornada. Un grupo de cazadores se han adueñado de la zona y se muestran recelosos a nuestro paso.
El primer alto de la jornada, motivo para el reagrupamiento, viene marcado por el primer princhazo de la jornada. El resto del grupo aprovecha la parada para tomarse alguna que otra de las mandarinas que nos ofrece la finca por la que atravesamos hasta llegar al canal de remo de Cuevas.
Coronado el pantano del Almanzora sufrimos el segundo pinchazo de la jornada y el sorprendente abandono de Francisco Rodríguez y de Bartolomé que, sin decir ni pío, deciden poner rumbo de regreso a Pulpí.
Después de un largo peregrinaje por la margen derecha del río, al llegar al cruce que lleva a La Ballabona, para no castigar mucho al ya maltrecho personal, optamos por desviarnos hacia este paraje. Nuevos tiros en la lejanía.
El siguiente reagrupamiento formal se produce en la entrada a Santa Bárbara para desde aquí a través de una extensa cañada dirigirnos hacia Huércal Overa.
A partir de aquí, Pedro comienza a dar señales de agotamiento físico. Casi un calvario hasta coronar el cerro del cobre. Finalmente opta por llamar a Guazamara para que alguien acuda en coche a su rescate.
Llegados aquí, considerando la distancia que aún media hasta Guazamara, las dificultades de ascenso al Cucharón, el estado físico de los bikers y el retraso horario acumulado, el grupo opta por modificar la ruta de regreso.
Esta vez se hará a través de la rambla de El Saltador con objeto de enlazar lo más rápido posible con el camino que une El Saltador con la rambla Los Mahomas y el camino hacia Guazamara.
Después de un nuevo reagrupamiento en el Centro Hípico -Fran Haro, Juan Fco. Baraza y José González optan por regresar desde aquí a Pulpí- se toma dirección a Guazamara donde nos espera Alonso que ha aprovechado su conocimiento de la zona para tomar un atajo para adelantarse al resto del grupo y preparar el refrigerio final de la quedada.
Y tal y como estaba previsto, el refrigerio se realizó: cerveza y refrescos acompañados de ciertas "engañifas" reparadoras.
Sin darnos prácticamente cuenta -qué buena compañía- se nos hacen las dos de la tarde y no tenemos más remedio que poner pies en las calas para regresar a casa.
Cosa curiosa. En el camino de regreso ni nos hemos percatado de la distancia ¿Por qué habrá sido?
Antes de que se me vaya el santo al cielo. Mi Cateye me ha marcado 80.9 kms. a una media de 17.2 kms/h. O lo que es lo mismo 4:40:29. Casi nada para comenzar Noviembre.
A la hora acordada, la explanada del Bar El Puente acogía a un total de 18 bikers dispuestos a enfrentarse a un extenso y duro recorrido.
Después de la foto de rigor, fiel testimonio de la quedada, el grupo se encaminaba hacia la cuesta Marquina para ir buscando el popular Camino Real que nos conducirá hasta la rambla de Jucainí.
Llegados aquí optamos por tomar rambla arriba en dirección al paraje de la fuente del Álamo.
Nos sorprenden los primeros tiros de la jornada. Un grupo de cazadores se han adueñado de la zona y se muestran recelosos a nuestro paso.
El primer alto de la jornada, motivo para el reagrupamiento, viene marcado por el primer princhazo de la jornada. El resto del grupo aprovecha la parada para tomarse alguna que otra de las mandarinas que nos ofrece la finca por la que atravesamos hasta llegar al canal de remo de Cuevas.
Coronado el pantano del Almanzora sufrimos el segundo pinchazo de la jornada y el sorprendente abandono de Francisco Rodríguez y de Bartolomé que, sin decir ni pío, deciden poner rumbo de regreso a Pulpí.
Después de un largo peregrinaje por la margen derecha del río, al llegar al cruce que lleva a La Ballabona, para no castigar mucho al ya maltrecho personal, optamos por desviarnos hacia este paraje. Nuevos tiros en la lejanía.
El siguiente reagrupamiento formal se produce en la entrada a Santa Bárbara para desde aquí a través de una extensa cañada dirigirnos hacia Huércal Overa.
A partir de aquí, Pedro comienza a dar señales de agotamiento físico. Casi un calvario hasta coronar el cerro del cobre. Finalmente opta por llamar a Guazamara para que alguien acuda en coche a su rescate.
Llegados aquí, considerando la distancia que aún media hasta Guazamara, las dificultades de ascenso al Cucharón, el estado físico de los bikers y el retraso horario acumulado, el grupo opta por modificar la ruta de regreso.
Esta vez se hará a través de la rambla de El Saltador con objeto de enlazar lo más rápido posible con el camino que une El Saltador con la rambla Los Mahomas y el camino hacia Guazamara.
Después de un nuevo reagrupamiento en el Centro Hípico -Fran Haro, Juan Fco. Baraza y José González optan por regresar desde aquí a Pulpí- se toma dirección a Guazamara donde nos espera Alonso que ha aprovechado su conocimiento de la zona para tomar un atajo para adelantarse al resto del grupo y preparar el refrigerio final de la quedada.
Y tal y como estaba previsto, el refrigerio se realizó: cerveza y refrescos acompañados de ciertas "engañifas" reparadoras.
Sin darnos prácticamente cuenta -qué buena compañía- se nos hacen las dos de la tarde y no tenemos más remedio que poner pies en las calas para regresar a casa.
Cosa curiosa. En el camino de regreso ni nos hemos percatado de la distancia ¿Por qué habrá sido?
Antes de que se me vaya el santo al cielo. Mi Cateye me ha marcado 80.9 kms. a una media de 17.2 kms/h. O lo que es lo mismo 4:40:29. Casi nada para comenzar Noviembre.
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