¡Menuda semanita!

Efectivamente, menuda semanita.
Desde la última incursión en este blog a día de hoy han mediado nada menos que seis salidas y algo más de 306 kms. en las piernas.

El viernes, 14, el objetivo se centró en el asalto al Yankee desde la vertiente de Los Arejos contando con la compañía de Sito -poco a poco, sufriendo como él dice, va volviendo por sus fueros, de mi hijo Antonio -aún falto de rodaje-, de mi cuñado Juan Ponce -menuda paliza tratándose de su primer asalto a una dificultad tan exigente- y de José González que subió y bajó y volvió a subir mientras los demás nos entreteníamos en el intento.

El domingo, 16, el primer gran palizón semanal protagonizado junto a Francisco Pérez y José González. El reto, la ruta Transalmagro con ascenso a La Rellana a través de la vía que comunica El Saltador con el cortijo El Grajo para posteriormente por el camino de Huércal La Vieja descender hasta el cauce del río Almanzora y desde allí subir hasta Huércal Overa por la vía que une Santa Bárbara con la casilla de peones camineros de la antigua N340 en la entrada de Huércal Overa antes de caer a la rambla de El Saltador que nos conduciría finalmente hasta el camino que une el Saltador con la rambla Mahoma para al llegar al Centro Hípico, punto del encuentro matutino con Francisco Pérez y de despedida antes de poner rumbo final hacia Guazamara y Pulpí respectivamente.

José ha podido comprobar en sus piernas la dureza de esta ruta desconocida hasta ahora para él. No obstante, hay que decir que tuvo un par de h... Logró subir desde El Saltador al cortijo El Grajo- bueno sólo puso píe a tierra en un par de metros para poder esquivar la invasión de una arbusto que se interponía en el trazado de la vái de ascenso.

Jueves, 20, acompañado por mi hijo Antonio y mi cuñado Juan Ponce -todo queda en familia, abordamos una ruta en la que la mayor dificultad estribaba en superar el alto del cortijo El Soto y lo hacíamos por la vertiente por el camino asfaltado de El Rincón de El Saltador.

Superado el alto del cortijo la ruta prosiguió por el camino que conduce a Los Guiraos -menudo batacazo se dió mi cuñado en el tramo final próximo al cortijo de los cazadores, afortunaadamente sólo fueron unos rasguños.

El regreso lo hicimos por la rambla e Guazamara al Centro Hípico.

Viernes, 21, de contrarreloj podría decirse. Junto a mi hijo Antonio realicé un recorrido que pasando por Grima y Pozo Esparto nos llevó a Terreros en 1 hora -junto a Calipso- y desde aquí regreso a Pulpí con la cuesta el Capitán como aliciente.

Al final invertimos 1 hora y 45 minutos. Lo dicho, una contrarreloj.

Sábado, 22, otra contrarreloj junto a Iván con el que volví a relaizar el mismo recorrido que días atrás había realizado con José González: Ascenso a la Sierra de los Mayorales -repetidores de TV de Águilas- con regreso por Águilas, El Cocón y Jaravía.

Si en aquella ocasión la media fue de escándalo, increíble para mí -19.6 kms. Km/h. - en los 72,2 kms. recorridos, en esta ocasión hemos superado la marca: nada menos que 20,5 kms./

Domingo, 23, el colofón, el último palizón: quedada en Guazamara con siete participantes en la salida- Pedro García, su cuñado Pedro Jesús y Paco Fdez. -es decir, yo- que iniciamos la ruta en Pulpí-, Francisco Pérez, Francisco Mena, Pedro Ávila y Simón Díaz que nos esperaban en el bar El Puente -echamos en falta a Alonso Soler que se quedó en casa por prescripción, como se suele decir, facultativa recuperándose de una tendinitis.

El objetivo fijado el asalto a la Sierra de Almagro desde la vertiende de Cuevas, si bien la ruta final se ha materializado con dos variantes: la primera, el paso por la finca La Romana -donde Alfonso García tiene paralizada una urbanización impresionante- y la segunda subida hasta el entorno de Fuente Álamo para desde allí enlazar con la ruta inicial en la Era Alta y proseguir hacia El Alhanchete, punto de inicio dea ascensión a Almagro.

Al llegar a la mina de los tres Pacos, alto fotográfico y... encuentro con un grupo de bikers de Vera que descienden hacia Cuevas. Saludos, cambio de impresiones y... a pedalear cada uno a su ritmo para superar en algún tramo, el más complicado, las rampas del 20%.

Alcanzadas las abandonadas minas de alabastro, giramos a la izquierda para tomar el camino de tierra que nos conduce a la vía encementada de bajada hacia Huércal Overa.

Un alto en el descenso en el "merendero" existente en el cruce que nos lleva hasta La Rápita y la La Rellana. Tiempo para el avituallamiento y el "olvido" por parte de Fran Mena de su "camelbak -le costó volver desde el collado de La Rellana, menuda paliza tuvo que darse para recuperar, entre otras cosas, el móvil.

Coronada La Rellana, nos ponemos en camino del cortijo de El Grajo y desde allí, descenso vertiginoso hacia El Saltador.

A partir de aquí, carretera, camino y manta en dirección al Centro Hípico, punto una vez más de despedida de los participantes.