Está visto que uno se toma un breve descanso, una semanilla de nada, en esto de las narraciones virtuales vinculadas a las vivencias "bicicleteras" y le llueven "críticas" por todos lados, que hay quien tiene este espacio virtual como "blog" de cabecera y no puede pasar ni un sólo día sin visitarlo.
Te comprendo amigo Alonso, pero no desesperes porque "más pronto que tarde", tal y como se expresa el señor Rubalcaba, el señor ministro, todo quedará recogido en este blog.
Así que, sin más dilación que la habida durante esta semana, pongo dedos a la obra, mejor dicho al teclado.
Efectivamente, se había anunciado, sábado, sabadete... ruta sin destino premeditado.
Ese día, a la hora acostumbrada tan sólo Alfonso y yo estábamos dispuestos a aguantar lo que se terciara.
No lo pensamos mucho. Hacia el Algibejo y después lo que se presente.
Y así, por el trazado del que será en su momento carril bici -no queríamos dejar pasar la ocasión de estrenar tan singular vía- nos pusimos en marcha en dirección a Pozo Higuera. Desde allí a La Campaña y finalmente La Escarihuela antes de tomar la rambla de Los Charcones desde la que posteriormente pasaríamos a la de El Aljibejo.
A la llegada a la fuente, alto en el camino. ¡Tan sólo percibimos un hillillo de agua manando! No obstante descubrimos un extraño fenómeno: una tapenera ha crecido sobre la roca existente a la derecha de la fuente. El hecho bien merecía ser captado por mi Cybershot 10.1.
De nuevo en marcha, rambla arriba. Optamos por el camino ascendente que nos conduce hasta el alto de la sierra y al llegar a la zona de los chalets aíslados tomamos el camino que se abre a nuestra derecha.
Nueva parada para fotografíar el impresionante chalet, a modo de fortaleza, que se erige en plena cima de la montaña.
Al llegar al cruce con la carretera de las Cruceticas, optamos por decender hasta el valle para desde allí tomar la cañada que nos pone en contacto con los Arejos.
A las dificultadesde propias de la subida final, una gran rampa con piedra caleña suelta, se unen las de la bajada, bastante peligrosa, y el contratiempo de encontrarnos materialmente encerrrados dentro de una finca de naranjos bordeada de una alambrada de más de 2 metros de altura.
La bordeamos con la esperanza de encontrar algún resquicio en el vallado y efectivamente lo encontramos.
Lo que en un principio se había convertido en incertidumbre, ahora nos abre y nos pone en bandeja una nueva ruta: la carretera que une Los Arejos con la perpendicular que enlaza la Venta San Felipe con la de Águilas-Los Arejos.
Llegados a esta carretera decidimos tomar el camino de servicio que corre paralelo a la autopista Vera-Cartagena y que finalmente nos lleva hasta Las Pilas.
Tomamos el camino hacia Jaravía y desde aquí abordamos la Cuesta del Capitán.
Al coronarla, un nuevo alto para recobrar el resuello e inmortalizar el momento y a partir de aquí Alfonso pone rumbo a Pulpí en tanto que yo me doy la vuelta en dirección a Terreros para pasar allí el fin de semana.
1 comentario:
Con mi nombre soñaba
en algun titular
de tu crónica semanal.
Me has citado,Dios mio,
me acabas de citar.
Cuanto sosiego, cuanta tranquilidad
Señor cuando querer quieras
me puedes llevar contigo
a la eternidad.
Publicar un comentario