Dicho y hecho. José Caparroz, en el transcurso de la salida costera de ayer sábado, me manifestaba que deseaba volver a hacer sendas y le propuse subir a territorio lorquino para satisfacer sus apetencias senderiles.
Se "guasapeó" la propuesta y de inmediato hubo respuesta por parte de Paco Teruel.
Al menos Alfonso Muñoz "farruco" y él se apuntaban.
No obstante, en el momento de la partida, el grupo se ha visto incrementado con Antonio y Juan Pascual Oller así como José Caparroz y Pedro Lucas Paredes -si bien éste ha optado por apearse y formar parte del grupo de Patricio Rguez. que salía algo más tarde.
Como quiera que en la aproximación a La Carrasquilla hay muchas variantes, he optado por acometer todas las posibles sin que ello conllevara más dificultades técnicas ni inversión de más tiempo.
De salida, rumbo a La Hoya y desde allí abordamos la variante que a través de una rambla nos deja en el camino de acceso al collado de la divisoria territorial del cabezo Colorado.
La primera parte del recorrido por la rambla es nueva para mis acompañantes.
Caídos a Los Arejos, enlazamos con la "variante de los pozos" a la carretera de Las Cruceticas para desde aquí, prácticamente por el mismo trazado de la marcha de Águilas, entre melonares e inveranderos, poner rumbo hacia la rotonda de Tébar.
Llegados a este punto, enfilamos la carretera de Mazarrón que muy pronto abandonamos para adentrarnos a la izquierda en el entorno de la rambla de Chuecos y Arrieros, zona desconocida igualmente para el resto del grupo.
Al llegar a la balsa de Tébar, al pie de las ruinas del castillo, un alto obligado para el avituallamiento y demás historias.
Y desde aquí, el asalto al romeral y la llegada a las sendas de la sierra de la Carrasquilla, nuevas tanto para José Caparroz como para Juan Pascual Oller quienes las abordan con la prudencia característica que quien se enfrenta al terrerno desconocido.
Aprovecho el paso por el segundo tramo, en plena zona revirada y boscosa, para realizar con la cámara de fotos el vídeo de la jornada.
Concluido este tramo y sin tiempo prácticamente de respiro abordamos el tercer y último tramo de las sendas en el que por cuestiones de seguridad me he visto obligado a bajar de la bicicleta, eso sí, como suelo acostumbrar, por delante del manillar.
Y desde allí, a las instalaciones del campo de golf del Lorca Resort con bajada posterior hacia la rambla de La Carrasquilla.
Llegados a Purias, optamos por la variante del camino de la Torre y hacemos un alto "refrigerante" en el bar Picoteo antes de poner la directa, siempre por asfalto, hacia Pulpí.
Al final, las previsones se han cumplido: 60 kms., 3:45 de pedaleo y algo más de 4 horas invertidas en el recorrido.
Sin lugar a dudas, un buen estreno senderil para la Canondale de Juan Pascual y la Mérida de José Caparroz.
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