Se ha vuelto a repetir. Esto no tiene enmienda. A la hora de iniciar la marcha vuelven a ponerse sobre "el tapete" los condicionantes ruteros: que si llevo mucho tiempo sin darle a los pedales, que sea "light", que si patatín, que si patatán...
El hecho es que pronto nos ponemos de acuerdo: ruta del marisco por la variante de la cuesta de las Palomas.
Y rambla arriba hasta la altura de Pozo Higuera donde optamos por tomar el asfalto en dirección a Puerto Carril.
Como quiera que algún que otro biker desconoce la variante de la cañada que conduce al camino del Cabezo Colorao e incluso la bajada hacia Los Arejos no nos queda más remedio que convertirnos en guía y tomar la dirección apropiada.
¿Quién habrá trajillado la rambla de la cañada?
Efectivamente, se ha quedado completamente limpia de maleza y de vegetación, pero pedalear cuesta arriba y con arena movida lleva consigo un desgaste enorme de piernas que al final ha establecido diferencias y, lo que es más importante, casi nos ha pasado factura.
Salvado el tramo en subida hasta el collado del Cabezo Colorao, iniciamos con cierta cautela el descenso pedregoso hacia Los Arejos y la Venta San Felipe para desde aquí, por el camnino de servicio de la autovía de Águilas a Lorca, dirigirnos hacia la cuesta de la Cabra para tomar posteriormente la variante asfaltada de la cuesta de las Palomas que nos conduce hasta el polígono industrial de Águilas.
Atravesamos Águilas de Norte a Sur y nos plantamos en el paseo marítimo por el que transitamos contemplando el excelente trabajo realizado para la adecuación y limpieza de las playas aguileñas y, si se tercia, avistar algún ejemplar de marisco aguileño.
A la altura del hotel Don Juan, el acostumbrado alto en el camino para reponer fuerzas antes de iniciar el marisqueo propiamente dicho.
De entrada, nada más pasar el puerto deportivo Juan Montiel, nos hemos tropezado con el único ejemplar "válido" de la mañana luciendo un estado envidiable.
Posteriormente hemos tenido ocasión de avistar otros ejemplares, si bien en estado casi "lamentable".
Ni que decir tiene que hoy no había marisco y que cada día es más difícil descubrir ejemplares vistosos.
Y entre pitos -en el sentido literal- y flautas, sin darnos prácticamente cuenta, nos hemos plantado en Terreros para desde aquí poner rumbo definitivo hacia Jaravía y enfrentarnos a la cuesta del Capitán.
Un pequeño incidente mecánico del desviador de las coronas está a punto de provocar mi regreso a "patita", pero la rápida y eficaz intervención del ingeniero mecánico José Parra, solventa el problema y sin pérdida de tiempo reemprendemos el camino.
Una vez más, decido subir la cuesta a plato, aunque, en esta ocasión mi "reto" está en no superar las 150 rpm cardíacas.
Y la verdad es que lo he logrado, acompañado de una placentera brisa que ha contribuido a disipar los habituales estragos solares sobre nuestro organismo.
Y así sin más pena que gloria nos hemos plantado en Pulpí con 56.5 kms. entre pecho y espalda al cabo de 3:44:51, cifras que nos llevan a concluir que la ruta del marisco se ha desarrollado a ritmo de caracol.
2 comentarios:
Don Francisco, no se tu opinión, pero creo necesaria una reunión de bikeros para este proximo domingo. con la finalidad de una vueltecica en tu compañia y la de otros que se quieran apuntar, por los parajes que digamos, si bien, sería interesante afrontar esa nueva variante que conoces a la altura de Huercal la vieja, y así darle caña al body.
A la de tres va la vencida, es la tercera vez que hago esta ruta y hoy he aprendido lo que es el marisqueo, claro que esto es de temporada, coincide con la de la sardina. Como dice el amigo Parra, se nota la nueva influencia y se van apreciando los nuevos aires, no he de dejar pasar este mes sin volver al marisqueo aún arriesgándome que al realizar los arrastres recoja algún pepino de mar.
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