Creía que conocía la zona, pero no me queda más remedio que confesar que estaba muy equivocado.
Sólo ha bastado aceptar la invitación realizada por Pedro García avalada por el Guazabike team para descubrir mi error.
Este mundo se extiende más allá de la Venta San Felipe o de la Sierra de los Mayorales.
La verdad es que la propuesta de Pedro García ha resultado todo un éxito: de participantes -rondando la veintena- a pesar de que algunos optaran en plena marcha a cambiar de planes y acierto pleno del trazado elegido para un recorrido que ha tenido de todo: subidas y bajadas, caminos y veredas, campo y bosque, asfalto y ramblas...
Pasadas las 8:30 h. -el Guazabike team lo hacía a las 8:00-, desde cuatro frentes diferentes -La Escarihuela, Pulpí, Terreros y Águilas- nos poníamos en marcha con el objetivo de reencontrarnos en la rotonda de Los Arejos con el trío de Terreros conformado por Pedro García, Rafael López, César Serrabona y el dúo de La Escarihuela integrado por Jordi y Pedro José, momento aprovechado para dejar constancia gráfica de ello.
Posteriormente, a través de la variante del circuito de karts ponemos rumbo a la Venta San Felipe donde se unirá al grupo otro trío de btteros aguileños comandado por Iván -aficionado a la caza y perfecto conocedor de los entresijos de estos bellos parajes aguileños y lorquinos.
Para evitar pisar el asfalto de la autovía Águilas-Lorca se opta por un trazado rompepiernas alternativo que nos dejará finalmente en la carretera de Águilas a Mazarrón, en la confluencia de la rambla de Chuecos.
De forma paulatina, apenas perceptible, comenzamos una bonita, prolongada y serpenteante ascensión que interrumpimos para realizar el obligado avituallamiento y pertinente cambio de aguas.
En este punto aparece la primera dificultad de la jornada: una vereda pedregosa en ascesión en la que hay que sacar a relucir las cualidades técnicas que cada uno atesora y, claro está, ascendiendo en fila indiahasta alcanzar una inmensa llanura poblada de romero.
¡Qué bello espectáculo! ¡Qué gozada de aromas!
Y con el pelotón disgregado, sin prácticamente darnos cuenta -bueno, antes había que enfrentarse a una cuesta casi imposible de subir- nos adentramos en el bosque de pinos.
Por unos momentos mi mente se obnubila, no da crédito a lo que ve. ¿Estamos en Águilas o en Riópar?
Caminos forestales, veredas, sendas entre los pinos, trialeras, bajadas imposibles.
Creía que esto no es propio de esta zona, pero hoy he descubierto que sí, que la naturaleza es variopinta y a veces los paisajes presentan muchas similitudes.
Y para sorpresa del grupo, antes de comenzar la zona de veredas y sendas, nos encontramos a un trío de bikers de Morata que se suman a nuestra aventura durante un tiempo a una parte del recorrido.
Concluida la travesía por la zona boscosa, nos encaminamos hacia el alto de Purias para desde aquí descender hacia la Venta San Felipe a través de la rambla que discurre paralela a la autovía Lorca-Águilas.
Y aquí, como audaces Indianas Jones, nos las tenemos que ver con el tupido cañaveral que a modo de arco triunfal nos escolta en el recorrido obligándonos a realizar contorsionismo y agachar el lomo para salvar las cañas.
Al llegar a la rotonda de Los Arejos, despedida del dúo aguileño -Bartolomé abandonó la ruta nada más comenzar la variante de La Venta San Felipe- y del trío de Terreros.
Y aquí comienza el último reto de la jornada: subir Puerto Carril a plato.
Y dicho y hecho, pedales y más pedales hasta coronar.
Desconozco las rpm del corazón -el hecho de llevar el GPS en la mochila y no en la potencia me ha servido para despreocuparme del motor-, pero, la verdad es que me ha costado una barbaridad subir moviendo este tipo de desarrollo.
En resumidas cuentas, una jornada extraordinaria y como bien decía Pedro García "podrán llegar antes, pero no más lejos".
Y ahora, de cara al próximo fin de semana, un parón bttero para atender mis obligaciones agrícolas vinculadas al cultivo del olivo.
3 comentarios:
La verdad es que ole, la ruta estuvo muy bien, aunque para mi algo larga ya que al final acumulamos más de 80 Km
Tengo que deciros que desde que conocí y supe de esta ruta, mi mayor deseo era mostrárosla, pues creo que es un recorrido muy versátil y variopinto.
Ahora como apunta Paco, los que más disfrutaron de bici, fueron los que hicieron la ruta integramente desde Guazamara. Menuda 80km; para eso hay que echarle...echarle un rato, más.
¿La foto de la cabecera?
Menuda jornada. Está tomada en Pliego con motivo de la I marcha MTB.
Alguien de la organización se situó en una rampa estratégica -en plena vereda de ascensión.
Aunque aquí iba a lomos de mi Rush, los rampones finales acabaron con mi resistencia y me obligaron a caminar.
La foto, desde luego, es impresionante.
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