Ayer, durante el refrigerio de la quedada de Bicilocura, habíamos quedado en salir hoy.
Unos lo teníamos muy claro; otros, en cambio, no tenían la suficiente certeza y, en caso de unirse al grupo, lo comunicarían previamente.
Nadie de los indecisos, excepto, un escueto SMS de Pedro García informando de que no sería de la partida, se ha personado a la hora acordada.
Nadie de los indecisos, excepto, un escueto SMS de Pedro García informando de que no sería de la partida, se ha personado a la hora acordada.
Desconociendo que hoy se festeja la festividad de los Santos Inocentes -al menos por mi parte-, tal y como estaba previsto a las 9 y media nos congregamos en el entorno del cuartel de la guardia civil: Francisco Toledo, José Cabrerizo, José González -hoy se le acaban los días de descanso navideño- y este narrabicicletero.
Como siempre sucede cuando no existe ruta preestablecida, el primer asunto de la jornada es determinar a dónde vamos.
Dos variables inciden en nuestra decisión: la primera, José Cabrerizo desconoce parte de nuestras rutas habituales y desea que se las mostremos; la segunda, sólo disponemos de tres horas para pedalear con lo que ello supone en el cálculo de distancias.
Descartamos poner rumbo hacia Huércal-Overa -variante hacia Santa Bárbara con subida desde el río a Húercal la Vieja-y optamos por la ruta de la Sierra de los Mayorales. ¡Qué hartazón de Mayorales en esta Navidad!
Descartamos poner rumbo hacia Huércal-Overa -variante hacia Santa Bárbara con subida desde el río a Húercal la Vieja-y optamos por la ruta de la Sierra de los Mayorales. ¡Qué hartazón de Mayorales en esta Navidad!
Al llegar al pie de la cuesta de la Cabra descubro que hemos ido muy deprisa -tal vez el frío matutino nos ha hecho dar pedales a mogollón-. La media en ese momento es de 19 kms.
A partir de aquí, abordamos los 10 kms. que ns separan de la cumbre, de los repetidores de TV. Ni que decir tiene que la media en la cima de Los Mayorales se ha resentido mogollón.
Los dos Josés hacen alarde de su poderío físico y pronto nos abandonan. Más tarde se dejarían caer para insulflarnos ánimos. Las fuerzas iban justas.
Los dos Josés hacen alarde de su poderío físico y pronto nos abandonan. Más tarde se dejarían caer para insulflarnos ánimos. Las fuerzas iban justas.
¡Qué gozada de bajada! El camino, perfecto. Las lluvias han sentado el terreno y el descenso en algunas zonas es de vértigo.
Sin darnos cuenta llegamos al polígono y otra vez, tirando de variantes ruteras -desconocidas para mis tres acompañantes-, optamos por tomar dirección a la desaladora de Águilas y desde allí continuar, entre invernaderos, hasta la rotonda de acceso a la autopista Vera-Cartagena y posteriormente seguir en dirección a Los Arejos y Puerto Carril.
Al final hemos recorrido casi 54 kms., prácticamente en el tiempo acordado, 3:03:30.
Mañana, será otro día, y si las condiciones meteorológicas son buenas, sin lugar a dudas, a las 9:30 horas, volveremos a rodar.
1 comentario:
Afortunados semos totus tus
Frafer está de nuevo
en su salsa narrabicicletera
quién lo desnarrabicicleteara
el desnarrabicicleteador
que lo desnarrabicicletee
buen desnarrabicicleteador será.
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