Reconociendo el recorrido de la marcha MTB Águilas

Definitivamente, paso de esta. Algo más de 4 horas de bici dejan a uno tocado del ala irremediablemente. Los aguileños se han empeñado en meternos en camisas de once varas y eso no puede ser. Que no me esperen en Águilas. Me gusta "disfrutar" de las propuestas beteteras, pero han vuelto a pasarse.

 

Espero que a los bikers no les suceda otra odisea similar a la del año pasado tanto en los avituiallameintos como en el postmeta.

No obstante, una vez reconocido el recorrido de esta nueva edición, he de decir que me encantó el trazado "añadido" al tramo de la rambla de Los Mayorales -por cierto, intransitable con tanta arena suelta.

 

Resulta una zona revirada y técnica en la que la vegetación salvaje le añade un toque especial al trazado en el que además de negociar la sinuosidad del terreno has de partirte el "cobre" sorteando los cañaverales y tarayales.

Me gustan a rabiar estos tramos.

Por contra, el nuevo tramo "ramblero" de aproximación al badén de la subida de las Cruceticas no hay modo de digerirlo. ¡Con lo fácil y divertida que resultaba la senda del tramo superior!

Ya digo, se trata de ponerlo cada día más exigente y esta es una cuestión que no place a todo el mundo.

Bueno, al margen de tanta tontería técnica, la ruta dominical nos ha servido para dos cosas: la primera, el reconocimiento de la nueva ruta del Open de Maratón de MTB de Murcia; la segunda, el emotivo reencuentro con  el AguilaBike Team comandado por Mathew. ¡Cómo rueda el tío! A este hay que cargarle la mochila de plomo para poder aguantar a su lado.

 

Y junto a Mathew, también desde Mojácar luciendo sus monturas Cannondale de 29, Gerardo y Patrick acompañados además por Javier y Ángel -sherpa de esta singular travesía betetera.

Por parte pulpileña, salgo acompañado de Baraza, Terrones, Pedro Quesada y José.

Otro gallo me cantaría en el retorno porque poco a poco el grupo se fue esfumando o desapareciendo en el horizonte.

Tan sólo Juan Terrones, al que dimos alcance -mejor dicho, nos esperó- en el collado de Los Mayorales, me acompañó en el grupo pulpileño: Pedro y José desaparecieron mucho antes de negociar la "Morra del Pan", Baraza nos soltó en la subida hacia Villa Manuela y esperó en el collado nuestra llegada para después decirnos "bye bye" y dejarse caer por el camino hacia la Venta San Felipe.

No sé si había prisa, pero en el último tramo de acercamiento a Los Arejos, Terrones puso la "quinta" y rumbo a Pulpí.

Yo fiel a mi costumbre opté por concluir la ruta que habiamos iniciado en la rambla de Los Arejos, punto en el que una vez llegado  de nuevo me despedí de Mathew, Gerardo y Patrick -Javier y Ángel habían abandonado la ruta casi a la mitad del recorrido.

 

Y para rematar el extenuado cuerpo, a subir Puerto Carril con viento de cara.

¡No le veía final a la jornada y las dos de la tarde a punto de caer!

Lo dicho, que no me esperen en Águilas. Si bien tendré la gentileza de ascender hasta el collado para volver, tal y como hice el año pasado, a alentar a los esforzados betereros.

Detalle del recorrido:  Previa  marcha MTB Águilas