El destino así lo ha querido. A la hora acostumbrada tan sólo Juan Fco. Baraza y yo nos encontramos dispuestos a salir y como tal ponemos rumbo hacia Terreros con objeto de retornar lo más rápido posible por Grima.
Y ¡sorpresa matinal mayúscula! En la esquina del Bazar Chino nos encontramos con un grupo dispuesto a abordar la subida a El Cucharón.
Sin quererlo se había fraguado nuestro cambio de ruta: nos vamos con ellos: Paco Teruel "Publindal", Juan Francisco "Fletas", Ginés Martínez "Jopani", Francisco Cervantes "Chesco", Diego Jiménez "Precisas", Antonio Martínez "Choché", Alfonso Muñoz "Farrucco" y Abderrazak que al suspenderse la Quedada contra el cáncer organizada en Mojácar se ha unido a este grupo.
Así pues, después de esperar a que Diego se uniera al grupo, se ha puesto rumbo al Centro Hípico y posteriormente hacia la rambla Los Mahomas.
La pretensión era subir rambla arriba hasta enlazar con el camino asfaltado de ascensión a los repetidores de Cuevas, pero al llegar al desvío de la variante hacia Los Guiraos, desconocida para la mayoría, optamos por atajar por aquí y subir hacia el cortijo del Soto.
Creo que no es necesario narrar lo sucedido. Este tramo se ha hecho muy duro, pero todos -echando pie a tierra cuando ha sido preciso- han logrado "fotografiarse" en la espectacular atalaya del cortijo del Soto.
Y, después de tener que echar mano de alguna que otra dosis de "azúcar", de nuevo en marcha camino hacia El Cucharón.
Parte del grupo no está dispuesto a "quemarse" en la subida y opta por quedarse en el collado, a la sombrica de algún que otro matorral, esperando nuestra bajada.
Una vez reagrupados se plantea bajar por Cuevas o por El Rincón de El Saltador.
Unos, justitos de fuerzas o sin muchas ganas de aventura se decantan por la via rápida de El Rincón en tanto que el resto nos encaminamos hacia Cuevas.
En el descenso, los más intrépidos se dejan caer sin miedo y los menos valientes nos acompañamos del freno con demasiada frecuencia.
A la altura de Las Cupillas se hace necesario repostar agua y optamos por bajar por la margen izquierda del río hacia Portilla para finalmente detenernos en El Jarrao.
Agua fresca, unas coca colas y de nuevo en ruta hacia Pulpí si bien elegimos la rambla de Jucainí para orientarnos hacia El Largo.
¡Qué mal me han caído los tres tragos de coca! Se me han clavado en el estómago y no he logrado recuperarme hasta cerca de El Largo.
Desde El largo hemos tomado dirección a la EDAR de La Fuente, el caminito donde Pedro "Ñasca" se fracturó días atrás la clavícula.
¡Menos mal que la brisa de levante nos ha soplado en todo el recorrido!
Al final, la savia nueva se ha portado como auténticos veteranos.
Estos bikers atesoran muchas cualidades y lo mejor de todo, juventud para dar y tomar.
A buen seguro que no será la última salida en la que coincidamos.