La primavera a las abejas altera

No hay la menor duda. La primavera a las abejas altera. Si días atrás nos "comían" en el entorno de las sendas de Barnés -aún guardo señales de aquel día-, hoy no ha sido menos, aunque esta vez a mí no me "han visto".

Alfonso y Vicente "Sleck Suna", Toni y José Parra  -otra vez- han sido el blanco de las iras abejeriles.

Por contra, Alfonso Jiménez y Patricio Rguez. no se han enterado de nada porque hoy, en el momento de afrontar las sendas del Cerro de los Pinos, han elegido rutas "light" y les hemos perdido el rastro tras el reagrupamiento del cerro del Oficio. ¿Dónde se habrán metido?

Así pues, una vez y no más mientras estas incansables "obreras" persistan en su trabajo.

Y todo esto por salirnos de la ruta prevista y aventurarnos por otros parajes que, dado el caso, sólo yo los había transitado.

Creo que merecía la pena enfrentarse a rampas que han oscilado, según los casos, entre el 28% y el 50%.

No, no me equivoco. Eso indicaba el GPS. Ni que decir tiene que las del 50% se han subido a "patita".

Se trataba de hacer un reconocimiento previo de la ruta que haremos mañana domingo con motivo de la macroquedada pulpileña.

Todo está a pedir de "pedal". Sin grandes dificultades ni niveles de exigencia.

Además hoy, a diferencia de otros días, hemos optado por realizar nuestro avituallamiento en un espacio tan singular como el castillo de Terreros y posteriormente hemos descubierto una senda no ciclable para descender hasta el acceso a la playa de Honduras con la Isla Negra como testigo de nuestra aventura.

Y desde aquí hemos descubierto una senda que discurre sobre la zona de acantilados por la que tal vez mañana domingo se vuelva a pasar.

¡La senda y el panorama que se divisa son impresionantes!

Y para regresar a Pulpí hemos optado por la ruta que va de Cañá Blanca a Los Arejos, si bien una vez pasado el puente de las Pulgas nos hemos encamindao hacia las Pilas para abordar la subida de Gorreta.

¡No me había dado cuenta hasta hoy del 30% de la última rampa de no haber sido por Vicente!

Y la verdad es que aquí, aunque el tramo es de una veintena de metros, hay que echarle un par de... narices para conseguir que la rueda delantera se mantenga permanentemente en contacto con el suelo.

Al final, al margen de que Toni Parra haya sufrido más de lo habitual ¿alguna pájara lo ha sobrevolado?, la ruta ha sido muy placentera hasta el punto de que hemos invertido 3:20:20 en recorrer los 50 kms. O lo que es lo mismo, que hemos ido tranquilos.

Mañana domingo, será otro cantar.

¿Qué pasa con las fotos?

Sencillamente que he agotado mi "cuota" de almacenamiento gratuito y consecuentemente tengo que reestructurar mi "galería"; es decir, eliminar álbumes para dar cabida a otros, pero, con lo nostágico que soy, eso me llevará su tiempo

Conformaos con la ruta Gsepeada.

Explorando la ruta de la Macroquedada

¡Ojo al cambio de hora! Esta noche, antes de irse a la cama, adelantad el reloj. Una hora nada más. A ver si mañana alguien llega tarde y se queda en El Burladero.