Tras el paréntesis festivo del día de Año Nuevo, hoy domingo, hemos puesto los cronómetros anuales a "cero" y hemos comenzado la nueva temporada.
A las 9:00, con la puntualidad propia de los relojes suizos, el sexteto conformado por Antonio Martínez, Antonio Oller, Benito López, Patricio Rodríguez , Francisco Toledo y este narrabloguer nos hemos puesto en camino y, con el objetivo de que todo salga a pedir de boca, nos hemos encaminado hacia el paraje huercalense de La Fuensanta -desconocido tanto para Antonio Martínez como para Antonio Oller- para "alcanzar" la bendición de Ntra. Sra. de La Fuensanta bajo cuya advocación se erige la ermita de este paraje ubicado por encima de los 800 metros de altitud.
No obstante, previamente a coronar La Fuensanta y tal y como ya ocurriera tiempo atrás con el puente del Polígono Industrial de Pulpí, hoy nos ha correspondido inaugurar el tramo de carretera comprendido entre la rotonda de circunvalación y el alto de la cuesta de Los Valeros.
¡Qué bien que ha quedado este nuevo trazado con sus amplísimos arcenes para nuestro uso y disfrute!
¿Por qué no se ha abierto ya al tráfico? ¿Cuánto tiempo más tendremos que seguir sufriendo las incomodidades del "camino" de servicio habilitado? ¿Hasta cuándo seguiremos engrosando las arcas de Hacienda pagando multas y perdiendo puntos por no atenernos a unas restricciones impropias del S. XXI? ¿Será esta carretera moneda de cambio para las elecciones municipales de mayo?
Se entienda como se entienda, ¡esto es una auténtica vergüenza!
Concluida la zona asfaltada, Benito nos invita a girar a la derecha por el camino de Los Pinares con el objetivo de salir al camino de servicio del trasvase Tajo-Segura-Almanzora.
Inicialmente no hay problema con un camino en perfectas condiciones de rodadura, pero más adelante nos topamos con un barrizal que cada sortea como buenamente puede.
Afortunadamente, la zona embarrada es muy reducida y pronto nos topamos con el camino asfaltado del trasvase.
Algún que otro traqueteo y el barro acumulado comienza a desaparecer paulatinamente.
Transitando hacia Las Labores nos percatamos de que alguna que otra gotita de lluvia hace acto de presencia, pero no nos inquietamos en absoluto si bien tememos que las previsiones meteorológicas se cumplan y comience a soplarnos de frente el temible poniente.
Superado el paraje de Úrcal y en plena ascensión hacia La Fuensanta comenzamos a "sufrir" la avanzadilla del "poniente" a la par que descubrimos cómo la primavera, personificada en los almendros ubicados junto a la carretera, comienza a cobrar vida mostrándonos las primeras flores.
Mucho me temo que estas no superarán los rigores invernales que aún han de venir.
La ascensión, con un breve reagrupamiento en torno al km. 4 -aprovechado para fotografiar entre otros motivos el florecimiento de los almendros- cada cual la hace a su ritmo aunque alguno -evito nombrarlo- de pasa de rosca y al final casi sufre un "yuyu".
Llegados a la ermita, tiempo de avituallamiento, tiempo "antiprostático" y tiempo para inmortalizar la ascensión.
Tras una bajada "fresquita", optamos por ampliar el kilometraje de la jornada poniendo rumbo hacia Santa María de Nieva para desde aquí descender hacia Huércal Overa.
Hacía mucho tiempo que no subía el rampón de El Gor con el cruce de la carretera de Santa María de Nieva hacia Vélez Rubio y hasta el 13% que me ha marcado el GPS me ha parecido una pared.
¿Serán los excesos navideños?
Desde Santa María de Nieva a Huércal Overa, un paseo. Ni pedales. Inercia y más inercia.
Y en plena travesía urbana de Huércal Overa me topo con Amador Campos que acompañado de otro biker huercalense -sorprendido de no verme a lomos de mi Canodale naranja- culminaban su ruta. Saludos de año nuevo y propuestas de intercambio de rutas...
Y pedales hasta Pulpí. Eso sí, aprovechando el nuevo trazado de la carretera -desgracidamente sin asfalto y sin fecha de acabado.
Y es precisamente en esta zona donde Benito sufre un pinchazo en su tubeless trasero.
Detención obligada para inflar y mira por donde, sin pretenderlo, estropeo el "obús" de la válvula.
Para evitar partirlo, no forzamos el cierre de "gusanillo" y reemprendemos la marcha.
A la altura del km. 10, nueva detención y reinflado definitivo.
Y hete aquí que descubro cómo las últimas lluvias han anegado la superficie de rodadura y como si se tratara de cascadas han destrozado completamente los arcenes y taludes de la carretera
¡Y no pasa nada¡ Si hay que empezar de nuevo, pues se empieza.
Claro que esto pasa por pasar por donde no se debe pasar.
Ahora sólo falta que me denuncien por "denunciar" el estado lamentable de una vía que lleva casi dos años "fastidiando" a los pulpileños con el beneplácito de los responsables políticos de todas las instituciones implicadas.
Al final, según mi GPS,73 kms. No ha estado mal para comenzar el año nuevo.
¿Y mañana, lunes?
Inicialmente está previsto salir a las 9:30 horas junto a Francisco Toledo y Patricio Rodríguez en bici de carretera para afrontar los parajes de Águilas a Campo López.
Hace tanto tiempo que no la utilizo que no sé si sabré montar en ella.
Mañana contaré.
1 comentario:
Qué bueno eres Paco!
No dejas de sorprenderme y es de admirar tu pasión, energía y todo lo que sale de tus teclas.
Saludos!
Amador,
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