No estaba previsto, pero las condiciones climatológicas adversas de hoy viernes, última jornada de 2010, han determinado que ayer jueves junto a Alfonso Jiménez pusiera colofón a una temporada ciclista que se ha saldado, a nivel de kilómetraje, con un total de 5906 kms. registrados en el GPS, cifra sensiblemente inferior al hito histórico de 2009 culminado con 6369 kms.
Claro que este año, exceptuando la marcha veraniega del Puerto de Mazarrón, el Memorial Domingo Pelegrín de Totana y la reciente maratón de BTT de Águilas, no he estado presente en la movida murciana..
Y eso, quieras o no, al final son kms. que dejas de sumar a las piernas.
La de ayer fue una jornada tranquilita, sin prisas, de capricho.
¿Al Mirador? Al Mirador. ¿Por el cerro de los Pinos? Pues al cerro. ¿Veredas de Grima? Veredas al "body".
Hasta transitamos por la rambla de Pozo Esparto a pesar de que las últimas lluvias la han destrozado dejando demasiados tramos complicados.
Y si no que se lo pregunten a Alfonso el "gachapazo" que se dio en el tramo final en una zona donde otras veces se ha pasado con los ojos cerrados.
Esta vez, la horquilla le jugó una mala pasada y le obligó a bajarse por delante del manillar.
¡Cada día imita mejor mis maneras de bajarme de la bici!
A la llegada al parque periurbano de Terreros, después de haber grabado mi bajada por las escaleras del Calypso -hoy si contaba con batería en el móvil para captar el momento-, tiempo de avituallamiento y... ¡sorpresa platanera!
Alfonso opta por mandar a la basura el maltrecho plátano que portaba a sus espaldas. El gachapazo lo ha "despachurrado" dejándolo prácticamente irreconocible.
No obstante, como hombre previsor, tira de alforja y mandarinas e incluso una naranja "cañadú" se dejan engullir tranquilamente.
No había reparado antes, pero observando el palmeral del parque descubro que se encuentra en una situación de abandono total. ¡Qué aspecto más desastroso! ¿Nadie se ha percatado que aquí falta un talado de urgencia?
Concluimos el tiempo de avituallamiento y ponemos rumbo a Pulpí por carretera y, como siempre, atravesando Jaravía para subir por la cuesta del Capitán.
Al final, poco más de 41kms. Sin saberlo, los últimos del año.
¿Y el domingo, qué?
Habrá que comenzar el año como la tradición manda: dando pedales.
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