Así podría calificarse la jornada matinal vivida hoy sábado, 12 de junio, saldada con tan sólo un "zarpazo" y un pinchazo.
De entrada, para no perder la costumbre, ni siquiera sabía con quién iba a compartir ruta después de una semana sin montar en bici.
Al filo de las 7 y media contacto con Alfonso Jiménez para saber si había quedado con alguien y la única respuesta que obtengo es que él no sale y nadie le ha dicho nada.
Posteriormente contacto con Francisco Toledo. Sí hay ruta. Él y José Parra saldrán a las 8 y 20.
De pronto, recibo una llamada de Alfonso para comunicarme que Juan Fco. Baraza acaba de llegar a su casa.
Así pues, ya somos 4 en la partida.
A la hora acordada, ni Fco. ni José dan señales de vida y decidimos bajar a su encuentro.
Al llegar a la gasolinera nos encontramos con la grata sorpresa de que están acompañados por Manolo y Bartolomé.
Mientras que Bartolomé ya ha salido con nosotros, Manolo es la primera vez que lo hace desde que comenzó a dar pedales allá por el mes de marzo y la verdad es que se ha portado como un jabato a pesar de haber dado con sus huesos en el suelo y de haberse quedado sin "líquido refrigerante" en plena Sierra Almagrera.
Inicialmente habíamos apuntado la posibilidad de bajar a Villaricos por la rambla de Los Lobos e ir costeando hasta Terreros para volver por la cuesta del Capitán, pero pronto sale el comentario de la ruta de las minas de Sierra Almagrera, la visita a la máquina de vapor del Jaroso y la ascensión a la torre árabe.
Y dicho y hecho. Tomamos el camino de la EDAR de La Fuente hacia El Largo y desde allí nos dirigimos a la vereda de la variante del barranco de Los Estrechos desconocida para la mayoría.
Aquí, bajando la senda, Manolo pierde el rumbo y se da el castañazo padre. Afortunadamente, el incidente no tiene mayor trascendencia que el susto.
Conectamos con la rambla de Las Canalejas y descendemos hacia Los Lobos sorteando el enorme caudal de agua que discurre rambla abajo.
Al llegar a Los Lobos emprendemos la subida hacia el barranco del Jaroso con parada incluida en él pozo donde se encuentra la máquina de vapor.
A partir de aquí nos proponemos ascender hasta el pico Tenerife: la mayor parte del tiempo a lomos de la bici por un camino casi intransitable, el resto lo hacemos a pie y en algún que otro momento con las bicis al hombro cabezo arriba.
Desde el pico Tenerife nos dirigimos hacia la torre vigía árabe a través de otra senda que también presenta alguna que otra dificultad para transitar por ella.
Después de las fotos de rigor, emprendemos el descenso hacia Los Lobos.
La ruta presenta tramos muy deteriorados por los acarreos de las lluvias, pero nos permite disfrutar de un descenso de pura MTB con la adrenalina a tope.
Al llegar a la base de la rambla,Juan Fco. nos abandona porque debe estar de vuelta en Pulpí en torno a las 11.
A partir de aquí propongo un segundo asalto a Sierra Almagrera por una ruta que finalmente nos dejaría en al cima de la cuesta de Castillaricos.
A tenor de las manifestaciones, esta variante le ha gustado a todo el mundo.
Tras coronar Castillaricos, descendemos por carretera en dirección a Terreros si bien a la altura del enlace con el camino de Terreros a Grima optamos por poner rumbo al campo de golf de Mundo Aguilón.
La falta de agua en Manolo y Bartolomé les pasa factura y la travesía por los llanos de la falda del Aguilón se convierte en un suplicio para ellos por lo que aprovechamos el paso por Jaravía para detenernos en El Botas y reponer agua y algún que otro Acuarius y enfrentarse a la cuesta del Capitán con otros ánimos y fuerzas.
José y Francisco ponen asfalto de por medio en tanto que yo opto por acompañar a Manolo y Bartolomé en su ascenso.
Al final de esta ruta Transalmagrera, se han recorrido algo más de 52 kms. en un tiempo que ha estado muy próximo a las 4 horas de rodadura.
3 comentarios:
Saludos cordiales
bienvenidas de nuevo
tus minihistorias breves
buenas ó malas pero vitales
que me/nos sirven de respiro
ante las inclemencias actuales .
No hace mucho que había un camino que unia el Arteal con el Jaroso, pero la lluvia no perdona...
El Jaroso siempre me ha resultado un lugar fascinante y del que no creo que pueda cansarme de contemplar... hay multitud de historia en cada palmo del terreno y mucho sudor y sangre.
Este verano me he propuesto conocer toda la Sierra y sus restos mineros; ya quedaremos para compartir ruticas.
Saludos
Buena idea
pero lo primero
que hay que hacer
es eliminar al par de perros
que hay en la entrada hacia
el barranco del jaroso.
Bueno ya puestos
en la eliminación
tambien el que hay
cerca del cortijo
de la media legua.
Malditos canes!
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