Ese ha sido el objetivo que nos hemos propuesto: comprobar cómo el agua del trasvase del Negratín está engrosando las nulas reservas hídricas del pantano del Almanzora.
La verdad es que la ruta ha merecido la pena a pesar de que al final hemos superado con creces los 60kms. -sin tener en consideración que con el "sooo" y con el "arre" he vuelto a tener problemas en dos ocasiones y el Cateye ha debido resfriarse al atravesar al corriente de agua que baja río abajo, incidencia detectada después de al menos 2 kms. de ruta.
Felizmente, la normalidad mecánica se restituyó minutos después de detectarla en la parada realizada para reponer fuerzas.
En la salida me acompañan Alfonso Jiménez, Francisco Toledo y Ángel Martínez -desde hoy hemos perdido a nuestro incondicional José Cabrerizo que ha optado por abandonarnos para preparar su inminente partida hacia Formentera.
Inicialmente pensábamos subir hasta Huércal para desde allí dirigirnos a Santa Bárbara y abordar la margen derecha del Almanzora, pero al llegar a El Saltador optamos por la variante que faldeando la Sierra de Almagro nos pone a los pies de la variante que nos lleva a Huércal la Vieja y desde aquí al lecho del Almanzora.
Y hete aquí la gran sorpresa de la jornada: hay que atravesar el río por el que baja una hermosa corriente de agua, parte procedente del propio río y otra de las aportaciones extraordinarias del trasvase del Negratín, del orden de los 3000 litros por segundo.
Aprovechamos el momento histórico de ver aguas río abajo para las fotos y los vídeos correspondientes vadeando esta zona y la posterior subida con porcentajes próximos al 20%.
Después de la sesión de vídeo -hay que ver lo que cuesta quedar bien ante la cámara-, llegados al cruce con el camino de la vía de servicio del pantano aprovechamos el momento para reponer fuerzas y "cambiarle las aguas al canario".
A partir de aquí, pedales y más pedales aderezados con mucha "cháchara" para ir salvando las sucesivas subidas con las que nos enfrentamos antes de llegar al pantano.
En el trayecto, al observar cómo el tarayal por el que en otras ocasiones hemos atravesado el lecho del río ha quedado anegado por el agua, descubrimos que realmente se ha incrementado bastante el nivel de agua acumulada: en esta zona debe superar los 3 metros.
Resulta enormemente placentero para los sentidos poder ver una gran lámina de agua en el Almanzora cuando hasta hace unas pocas semanas lo único que se percibía era una "costra" putrefacta y maloliente de agua procedente de la Edar de Huércal Overa.
Desde el pantano a Pulpí, poco que contar excepto la parada realizada en la zona de Tegefín para dar cuenta de un par de naranjas que sabedoras de nuestra falta de energía nos salieron al encuentro para nuestro deleite.
Al final mi Cateye -sin considerar su "lapsus itinere" -ha marcado 62.1 kms. realizados en 3:45 horas, a una media de 16,5 kms/h.
Y mañana domingo, a partir de las 9.00 de la mañana -¡hay que ver qué rasca hace a esta horas! lo que Dios y el grupo que se forme quiera, pero... nada de exigencias.
1 comentario:
Hola master bikero,
sí la ruta por Almagro
de por sí es guapa
ahora añadiendole entrada
de agua al rio Almanzora
pues, para tirar cohetes.
De Almagro al pantano
y del Aljibejo al más allá...
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