En ausencia de compañeros con quien compartir festividad y ruta me he dedicado a "jugar" con mi GPS.
Mi intención era verificar en qué grado resulta fiable este cachivache tecnológico y lo he puesto a prueba.
Después de esperar impaciente y desafortunadamente junto al cuartel de la Policía local la llegada de algún biker que me acompañara he cargado en el GPS el trayecto del pasado sábado y le he encargado que me condujera por él.
Hasta la altura de Villaricos he seguido al centímetro sus indicaciones, pero viendo que había que apresurarse al máximo para estar de vuelta en Pulpí en torno a las 11.30 horas he optado por "saltarme" alguna variante y el sendeo costero.
La máquina funciona de maravilla. Sólo hay que seguir el trazado del rumbo que figura dibujado en rosa. "Te has desviado de la ruta", "has entrado en ruta", "ruta a tantos metros", "ruta a tantos minutos"... Pitido viene y pitido va. ¡Para volverse loco con tanto pitorreo!
Está claro. Con este aparatito, si te pierdes... Te has perdido, pero resulta casi imposible.
Al final la máquina me ha felicitado. "Has ganado" se ha atrevido a indicarme.
Lo que no ha tenido en cuenta es que yo la he engañado adrede. ¡Cosa de máquinas!
Ahora ya sólo me falta sacar a relucir "el tiíco", pero esto es algo en lo que me tiene que adiestrar Juan Blas, todo un experto en el manejo de esta utilidad gpseística.
Y después de la paliza bikera, la pertinente gastronómica en Terreros, a la orilla del mar, para festejar la festividad local de la Vieja.
Entremeses, aperitivos, cervezas, vinos, barbacoa con sus costillas, chorizos, morcillas, postres, cafés y... ¡qué mal me encuentro! !Necesito echarme y tomar el sol!
Intento baldío.
Comienza el petardeo y la quema de viejos y viejas y no hay más remedio que participar en tan singular acto.
Detalle del recorrido: EDAR-El Largo-El Portón-Villaricos-Terreros-Cta. Capitán
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