Es indudable que nunca llueve a gusto de todos y nunca mejor dicho a raíz de la nefasta jornada del pasado día 28 de septiembre, antesala de la festividad de nuestro patrón San Miguel en la que esta localidad sufrió la inundación más catastrófica de todas las que se conocen.
Afortunadamente, a pesar de la magnitud de las inundaciones, no hemos tenido que lamentar ninguna perdida humana.
No me cabe la menor duda de que el espíritu emprendedor que caracteriza al pulpileño será el acicate que permitirá en muy poco tiempo sobreponerse de tamaño desastre material.
En el lado positivo hay que tener presente que las lluvias torrenciales caídas en la cuenca del Almanzora han contribuido a cambiar el aspecto del embalse del Almanzora que en pocas horas ha pasado de estar en un preocupante 9% a acercarse al tercio de su capacidad.
Ni que decir tiene que esta nueva situación al menos nos garantiza que Galasa pueda seguir abasteciendo toda su demarcación territorial y que además los regantes dispongan de tan preciado recurso para el campo.
Puente de la circunvalación de Guazamara |
Y ante tanto desastre en las infraestructuras afectadas la nueva situación propiciará la creación temporal de nuevos puestos de trabajo.
¡No hay mal que por bien no venga!
Detalle de la ruta: Pulpí-Pantano del Almanzora-Pulpí
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