sábado, 30 de octubre de 2010

B(e) B(ve) T (e) … HACIA CAZORLA


En la tarde del sábado 23 de Octubre, cuando las agujas del reloj, “sitiaban” las 18 horas, poníamos rumbo, tras la congregación establecida en Guazamara, hacia Cazorla.      En apenas tres horas encontramos la imagen: el pueblo extendido como un manto en una de las laderas de la Sierra; con la luna llena de fondo, proyectando la magnitud de la orografía del lugar.
A partir de aquí, todo sucedió conforme al guión establecido por Paco y Raquel: nos instalamos en el hostal, con la celeridad necesaria para estar, a la hora convenida, "jamando" en las cantidades oportunas e imprescindibles para poder afrontar la “maratón btt” con ciertas garantías de éxito.
Llegó el momento: prosiguiendo con el esquema establecido, en primer lugar recogimos  los dorsales: preludio de que todo estaba convenientemente organizado, hubo detalles significativos como para valorar de sobresaliente a los organizadores y a sus colaboradores.
Esto había comenzado. Desayunamos, y nos pusimos el traje de faena. Los números sobre el papel eran vertiginosos: distancia, 70 km; desnivel acumulado de 2.432 mts, alcanzando cotas de más de 1.800 mts. Pero, la sensación de alerta fue poco a poco derrotada por el ambiente, la temperatura y un plan trazado, irrefutable: todos -Diego Glez, Fran Haro, Pedro Ávila, Juan Blas Soler, Paco Pérez, Pedro Gª-  haríamos la “maratón” juntos. Espíritu de Guazabike. Armonía y hermandad que nos condujo a “disfrutar” del mayor de los retos conseguido para la mayoría de nosotros. 
Y así fue: después de haber realizado las paradas oficiosas para la provisión de vituallas, en todos los puntos establecidos; y afrontando un par de “lapsus” mecánicos de dócil arreglo, nos plantamos con “apenas” 5h y veinte minutos en la explanada que nos vio salir: vitoreados por nuestr@s   acompañantes -Raquel, Mª Jesús, Paqui, Mª Antonia, Paqui, Mª Ángeles, y l@s más jóvenes: Álvaro, María, Lidia, Ana, y Rocío y cómo no, los padres, hermana y amigos de Raquel.
Si nosotros habíamos disfrutado de la Sierra, ell@s no habían” hecho menos” en el pueblo, con visita al Castillo de la Yedra incluida, e incluso, las más decididas, realizaron actividades, en un circuito de “tirolina y rappel” preparados para la ocasión.
Comida para el grupo, en horas de merienda, intercambio de opiniones y alegría colectiva. Misión cumplida. Emocionante. Enhorabuena a tod@s.
Aprovecho el momento para agradecer, en mi nombre y en el de todos, y por escrito, lo mucho que han tenido que ver en esta “aventura” de convivencia  Paco Pérez y su cómplice Raquel Cuevas, pues sin su colaboración, gestión y empeño nada habría resultado parecido. Gracias.
                                                                                                               Pedro Gª Carrasco 

2 comentarios:

Pedro Gª Carrasco dijo...

Muchas gracias, señor Paco, por hacer posible el "salto" a la red, de esta crónica, a través de su blog. Saludos.

Paco Guazamara dijo...

fue un placer el poder acompañar a tan singular expedición.

tendremos que repetir.