Y como de salida intuíamos que el viento aponientado nos iba a dar por saco allá donde fueramos, hemos tenido que jugarnos la baza de ir dejándolo de lado aunque, como es lógico, al final ha hecho mella en todos nosotros.
En la salida, a las 9 de la mañana, parto junto a José Parra, Antonio Martínez, Juan Fco. Baraza y Fco. Toledo y lo hacemos en dirección a El Convoy y las lomas de Al Farax para desde allí poner rumbo a Los Guiraos que a estas horas de la mañana se afana en los preparativos de su romería anual.
Posteriormente tomamos la variante de la rambla de las Gachas con dirección a El Largo y una vez llegados aquí optamos por abordar una nueva variante, la que discurre paralela a la rambla de las Canalejas -menudo manantial de agua discurre por ella-, que nos deja a los pies de los toboganes de las veredas de La Capellanía, desconocidas tanto para Juan Fco. como para José.
El tránsito por la cañada de La Capellanía hasta la base del cerro El Oficio ofrece más dificultades de las habituales: las lluvias han arrastrado las arenas y descarnado las piedras y las rocas existentes, los moteros han acabado por dejar el paso casi intransitable y la vegetación "invasiva", en muchos tramos, también pone su granito "agresivo" para que concluyamos el recorrido con arañazos por doquier.
Al llegar al Cerro del Oficio, con viento a nuestras espaldas, optamos por tomar el camino Terreros y más tarde, a la altura del chalet de Las Cumbres, abordamos la variante que se abre a nuestra derecha y que nos conduce vertiginosamente hasta la carretera de bajada de Castillaricos a Terreros.
En las inmediaciones de El Catalán giramos a derecha para tomar la rambla que nos deja finalmente en Pozo Esparto y desde aquí, costeando, nos dirigimos hacia el Parque Periurbano de Terreros.
Y aquí comienzan las verdaderas dificultades de la jornada: el poniente nos "acaricia" de cara y hasta Pulpí no queda más opción que dar pedales.
Al llegar a la circunvalación "en obras" de Jaravía nos asalta la curiosidad del nuevo trazado y pensado y hecho: a rodar por la nueva vía.
Al no poder transitar sobre el puente que salva la vía del tren optamos por "variar" el recorrido y encarar la nueva cuesta del Capitán accediendo a ella -menuda rampa de 100 metros, ni más ni menos que un 18%- por la vía de servicio existente junto al puente en construcción.
Aunque el nuevo trazado promete ser impactante, la verdad es que se sube muy bien, con desnivel medio entre el 6 y el 7%, sigo pensando que la cuesta del Capitán, desde el punto de vista ciclista, tal y como la hemos conocido siempre, tiene más encanto que esta: sus curvas a derecha, a izquierda, sus vistas panorámicas...
Así pues, hoy sábado, día de San Isidro, la nueva cuesta del Capitán, ha sido "inaugurada" extraoficialmente.
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