Jornada memorable por el macizo montañoso de Sierra Cabrera. Y ha sido memorable no sólo por el recorrido que Gerardo y nuestros compañeros del CDC Carboneras, con su presidente hasta el último momento al frente, nos habían preparado sino también por el extraordinario ambiente entre Mtberos de Macael, Carboneras, Cuevas - incluido Paco de Guazamara-, Turre y Pulpí -sin olvidar a Pedro de Terreros- que hemos tenido tiempo de respirar -aunque a veces las dificultades de la escalada no hacían difícil hasta el "resuello" en este domingo de Resurrección.
Al final, en el alto de la Mezquita nos hemos congregado un total de 19 bikers. Unos, procedentes de Turre a través de la subida de La Carrasca; otros, los componentes del CDC Carboneras, que lo han hecho desde Carboneras ascendiendo por la variante de El Sopalmo.
Una vez en el alto, vertiginoso y espectacular descenso hacia la Adelfa y posteriormente, tras intervención mecánica de Alfonso para la reparación del primer pinchazo de la jornada, se produce la primera diáspora de la jornada. Pedro y cía deciden bajar hacia El Soplamo para desde allí regresar a Turre. El resto optamos por "abordar la cuesta de la Cueva de Pájaro" por lo que tomamos rumbo desdendente hacia Carboneras no sin antes extasiarnos con las vistas impresionantes que se nos ofrecen a nuestros ojos. 360 grados de inmensidad paisajística.
Bajada de vértigo por caminos y rambla hasta llegar a El Saltador. Aquí, alto obligado en el camino. Dos pinchazos nos hacen deterner la marcha: Gerardo y Joaquín.
Y a partir de aquí -menos mal que Paco de Guazamara no venía- un auténtico calvario -al menos para mí. Acompañados por nuestros compañeros de Carboneras, ascendemos por la rambla de la Cueva del Pájaro hasta el mismo pie de la pendiente encementada de la Cueva del Pájaro y allí "nos abandonan" a nuestras fuerzas. !Aquí no hay rampas! Lo más duro que he abordado en mi vida. Hasta mi Polar ha dejado de marcarme. Eso sí, en el registro han quedado pendientes del 27%. Creo que en algún punto han podido ser superiores.
Superada la cuesta, conducidos por Miguel y Carlos -antes de llegar a La Herradura optó por regresar hacia Carboneras, nos adentramos en una zona bastante complicada -incluso tuvimos que recorrer a pie un centenar de metros para poder proseguir nuestro camino.
Al final, apareció la Herradura y desde aquí, ya sin Miguel, aunque con Gerardo actuando de "cicerone" abordamos los últimas dificultades de la jornada, un total de 20 kms. en los que subidas y bajadas, tierra y asfalto se iban sucediendo.
A filo de las 2 de la tarde, llegamos a Turre y cada uno hacia su destino, excepto Alfonso y yo que nos vimos obligados a comer en Turre porque una mala pasada del azar hizo que el casco cayera sobre las llaves del coche y quedaran cerradas todas las puertas.
Sólo cabían dos soluciones: romper un cristal o hacernos con el juego de repuesto. Al final optamos por esta segunda solución que llegó pasadas las 4 de la tarde de mano de "nuestras mujeres" a las que previamente les habíamos comentado el problema a la par que las invitábamos a conocer la sierra, claro está a bordo de un coche.
Y eso hicimos. Pasearlas y subirlas hasta el Cerro Mezquita -andando, claro está. La experiencia para ellas resultó increíbles porque no daban crédito a los que habíamos hecho por esos repechos de Cabrera
Vamos que nuestra jornada en Turre concluyó pasadas las 8 de la tarde. Eso sí, tomándonos un café y un helado en uno de los bares del pueblo.