Sin lugar a dudas, la experiencia más bonita de cuantas hasta ahora he vivido: cerca de cuatrocientos participantes en una jornada ciclista que se presentaba muy fría y que conforme fue pasando se fue tornando cada vez más sorprendente.
Frío, llovizna, nevada, barrizal, problemas mecánicos, acortamiento del reccorrido previsto... Un día inolvidable en medio de una bonita estampa navideña a tenor de las manifestaciones de todos los que al final del recorrido aún teníamos fuerzas para comentar la jornada.
Al final, un sexto puesto en Veteranos 50 y un meritorio 149º puesto de la general.
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