sábado, 3 de diciembre de 2011

A mal tiempo buena cara y excelente media

¡Quién lo iba a imaginar después de toda una noche lloviendo!
Ni que decir tiene que cuando me he levantado lo primero que he hecho ha sido verificar la situación meteorológica: ha llovido bastante -14 litros ha recogido el pluviómetro que tengo instalado en la terraza-, pero no parece ser que haya riesgo de que me sorprenda algún chaparrón.
Decido poner en marcha el habitual protocolo que precede a cualquier salida y al filo de las 9.00 a.m. me dirijo al punto de encuentro.
Tras esperar unos minutos de cortesía y no vislumbrando que nadie apareciera, comienzo a pedalear en dirección a Villaricos.
Hoy, sin lugar a dudas, la ruta ha de ser por asfalto y aprovecho la ocasión para "contrarrelojearme".
A la altura de la variante de Guazamara, el teléfono me interrumpe el pedaleo: Diego José Navarro me informa que se encuentra en el cuartelillo de la Policía Local acompañado de Cristóbal Caparroz y me pregunta si he salido de ruta.
Le facilito mis coordenadas y le expreso mi deseo de continuar ruta hacia Villaricos para dirigirme posteriormente hacia Terreros.
Ellos optan por bajar directamente a Terreros y rodar hacia mi encuentro.
Pasadas Las Herrrerías, al llegar al badén de la rambla de Los Lobos me topo con que el agua de la lluvia de la noche sigue bajando rambla abajo y ha provocado el corte de la carretera.
Un turismo se atreve a pasar y observo que, aunque el ancho de la "ramblada" es amplio, se puede atravesar sin ningún problema impulsándose a medio pedal.
Solventada la dificultad, me encamino hacia Villaricos. El cronómetro me da alas y, a pesar de la brisa que sopla de cara, me planto en el cabezo cortado en 1 hora o lo que es lo mismo, 28 kms. recorridos en la primera hora de pedaleo.
Dos kilómetros más adelante se produce el encuentro con Diego José y Cristóbal y a partir de aquí ponemos rumbo hacia Águilas con objeto de regresar a Pulpí por Puerto Carril.
Tras el encuentro, el ritmo se desacelera si bien nos plantamos en Águilas a la altura de la rotonda de Agrucapers en apenas 2 horas.
Desde aquí a Pulpí el ritmo ha sido algo más tranquilo,si bien al final de los 68.3 kms. recorridos he invertido 3:02:26, tiempo que traducido a velocidad media arroja la cifra de 22.5 kms./h.
Con este aval creo que la jornada ha merecido la pena. Otra cosa es cómo se sienten mis piernas porque lo que es yo "nos las siento".
Y mañana domingo, otra nueva aventura que comenzará como viene siendo habitual a las 9 de la mañana.
¿Fotos de la jornada?
Lamentablemente sólo he tomado tres, pero con el móvil y descargarlas del móvil para mí resulta toda una proeza.

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