domingo, 22 de mayo de 2011
sábado, 21 de mayo de 2011
"Horquillas patas arriba, hemos pinchado"
Ese ha sido uno de los aspectos destacados de la jornada vivida este sábado, jornada de reflexión electoral.
Antonio Martínez oficiando de mecánico |
Hasta dos veces hemos tenido que parar en "boxes" para solventar los dos pinchazos que han padecido las monturas de Antonio Martínez- en pleno paseo marítimo de Pozo Esparto- y de Antonio Oller -en el acceso a Mundo Aguilón- respectivamente.
Uno trabajando y ... mirando |
Y en ambos casos, la misma coincidencia: las cámaras de repuesto celosamente guardadas y protegidas en su diferentes portacámaras presentaban sendos pellizcos y se han ido directamente a los contenedores de basura.
¡Menos mal que el personal sale pertrechado de todo tipo de cámaras y en número suficiente!
Otra de las novedades ha sido la incorporación en línea de salida de José Luis Cáceres, un pulpileño afincado en tierras malagueñas, al que le hemos mostrado un recorrido muy atractivo: el mirador del Apartadero, el cerro de los Pinos, las veredas y sendas de Grima, la rambla de Pozo Esparto, la variante de Cala Panizo o las variantes de los llanos de acceso a Mundo Aguilón y las minas de Jaravía.
Según sus comentarios, además de hartarse de hacer fotos y algún que otro vídeo protagonizado por Abderrazak Moujib y el embajador pulpileño en Libia, le ha encantado.
Otra de las anécdotas de la jornada la ha protagonizado Sebastián Pérez que se ha presentado en línea de salida a la hora habitual hasta la pasada semana.
El cerro del Oficio, punto de encuentro con Seba |
No obstante, esto no ha supuesto obstáculo alguno porque, eligiendo un itinerario alternativo por carretera, se ha presentado en la base del cerro El Oficio con más de 10 minutos de adelanto. ¡Máquina total!
Y como es raro que en cada salida no haya algún extra añadido, hoy hemos tenido dos.
Uno, relacionado con el lugar de avituallamiento. En esta ocasión lo hemos hecho en el paraje de Cala Panizo, en plena playa, encaramados en un islote rocoso.
Otro, vinculado al recorrido de regreso. Esta vez, la aproximación a Mundo Aguilón la hemos realizado siguiendo el trazado de la variante de los Viveros Mitla, la misma que siguió la I marcha MTB organizada por el CDC Pulpí.
José Luis en plena ascensión hacia el llano por la variante de la finca Mitla |
Asimismo, despues de cruzar toda la urbanización de Mundo Aguilón, hemos optado por seguir el camino en subida hacia las minas de Jaravía que se abre a la izquierda junto a las "ruinas" en la misma rotonda de acceso.
Al final de la jornada se han invertido algo más de 3 horas - 3:04- para dar cuenta de los 44 kms. recorridos.
Y mañana domingo, la jornada electoral no nos pasará factura alguna. Así pues, a las 8:30, "bici y a pedalear".
lunes, 16 de mayo de 2011
Subida a la Fuensanta
No, no se me ha olvidado. Lo que sucede es que no siempre disponemos del tiempo requerido. Y eso es lo que ocurrió el pasado domingo.
Tenía un compromiso adquirido con la "finca" familiar y no admitía más demora.
Ni siquiera me deshice del traje de ciclismo. Fue llegar, bajarme de la bici y cambiarme de botas para comenzar las labores agrícolas que requería la finca: recoger y seleccionar los mejores ejemplares de habas de cara a la próxima cosecha, retirar las líneas de riego por goteo, desbrozar -menso mal que la desbrozadora funciona de maravilla-, retirar el rastrojo, preparar la tierra -labrado y estercolado abundante- y finalmente volver a plantar: cebollino, pepinos, calabacines...
De todo un poco, pero aún así, hasta las 9 de la tarde estuve superatareado.
¡Como para ponerse a escribir después del "tute" agrícola!
¿Qué decir de la jornada ciclista propuesta el día anterior?
Creo que memorable tanto por la participación como por el recorrido -desconocido para muchos- e indudablemente por la meteorología que contribuyó al éxito final.
En la salida, una patulea de bikers: Alfonso y Vicente "Sleck Suna", Alfonso Jiménez, Abderrazak Moujib, Francisco Toledo, Gabriel Cervantes, Antonio Oller, Juan Francisco Baraza, Bartolomé Pérez y Patricio Rodríguez
De salida se trata de aproximarse a la pedanía huercalense de Úrcal con la mayor rapidez posible y con ese objetivo nos dirigimos por la carretera de Huércal Overa hasta el desvío de Benzal situado junto al Centro de Jardinería Feribel para poner rumbo hacia el canal del trasvase.
Atravesada la finca El Turvinto, la rotura de una cadena obliga a parar en "boxes" para que Alfonso "Sleck Suna" nos sorprenda a todos con su espectacular tronchacadenas. ¡Menuda herramienta se ha agenciado el tío!
Solventado el problema mecánico, se reanuda la marcha en dirección a la rambla de Las Norias y posteriormente hacia Las Labores.
Se produce algún que otro fraccionamiento del grupo y un "pique" de los pata negra con un grupo de carreteros que muy amablemente nos saludan y... despiden.
Debían de llevar prisa.
Y nada más pasar Úrcal -alguien se despistó contemplando tan temprano a unas zagalicas minifalderas que a tenor de lo mostrado debían ir a recogerse tras una noche marchosa-, llegamos al punto neurálgico de la jornada: la rambla de Erre.
Patricio Rodríguez no las tiene todas consigo y pone en duda su continuación.
Le damos ánimos que no fuerzas, se envalentona "a regañadientes" y se "engancha" a la subida.
Muy pronto perdió los ánimos y, acompañado por Bartolomé Pérez, nos dio la espalda.
Pedales y más pedales -no hay otro medio de subir rambla arriba- hasta dejar atrás casi 7 kms. de continua subida salpicada de algún que otro atractivo: olivos centenarios, un espectacular cañón labrado por la erosión, algún que otro regato de agua...
Y abandonamos la rambla para poner rumbo al caserío de Erre y desde aquí a la Fuensanta donde recuperar las fuerzas perdidas y realizar las fotos de rigor antes de abordar la parte más bonita de la mañana: las sucesivas sendas "cresteantes" en descenso hasta la rambla de La Fuensanta.
Tres kms. de recorrido técnico que cada cual hace como buenamente puede para ir sorteando los obstáculos que se van presentando.
¿Alguien ha visto la bomba de Alfonso "Suna"? Dice que la ha perdido en la bajada, pero vaya usted a saber dónde.
Y a partir de aquí rambla y a subir la media.
En tierra de nadie, entre grupos -nos enteramos después- Juan Francisco Baraza se despista y toma una dirección equivocada en tanto que los demás lo hacemos hacia la rambla Grande que nos dejará en San Francisco donde nos encontramos con un trío de carreteros encabezado por Juan Sánchez.
Alto en el camino, saludos y ... en dirección a Pulpí, pero por carretera.
¡Zafarrancho de combate!
Al menos esa es mi apreciación a tenor del comportamiento del grupo: Unos, aprovechando la juventud, las fuerzas y el terreno favorable se dejan ir como las balas; otros -Alfonso y yo-, haciendo gala de nuestra segunda juventud y de las fuerzas perdidas, nos dejamos llevar tranquilamente, sobre todo a partir del momento en el que "damos alcance" a Abderrazak.
Al final, 3:33 horas de pedaleo a una media de 17.1 kms/h. para meternos entre pecho y espalda un total de 60.6 kms.
sábado, 14 de mayo de 2011
Regreso a El Cucharón
Hacía mucho tiempo que no se vivía una situación parecida a la de esta mañana. ¿Desgana o indiferencia?
Resulta difícil explicar la situación.
¿Qué hacemos hoy?
Nadie se atrevía a proponer ruta. ¡Me da igual, lo que queráis! ibamos repitiendo todos.
Al final, alguien apunta -¿Antonio Martíne, tal vez? -vamos a los repetidores de Cuevas y volvemos por Tegefín.
Eso era lo que nos estaba deteniendo y, sin reparo alguno, nos ponemos en marcha.
Junto a mí, en la salida -hoy hemos esperado algo más de 5 minutos por si aparecía algún rezagado- Iván Gómez, Antonio Martínez, Antonio Pérez y Bartolomé Pérez.
¿De la ruta?
Hoy nos lo hemos tomado con calma -la media en la cima de El Cucharón, 13.7 km/h-, aunque eso no quiere decir que no nos hayamos esforzado.
En mi caso, otra machada. Y así tengo yo las piernas ahora.
Meter plato en Pulpí y mantenerlo en el 99,9% del recorrido.
Hacía muchísimo tiempo que no me enfrentaba a la ascensión de El Cucharón a plato y hoy tocaba.
Ni que decir tiene que las rpm cardiacas se han disparado en este último tramo de 900 metros hasta alcanzar las 179.
Menos mal que uno recupera la normalidad muy pronto, pero como se dice habitualmente "pa haberme dao algo".
Tiempo de recuperación, avituallamiento y foto y de nuevo en marcha.
Esta vez en lugar de bajar a Cuevas por el camino asfaltado optamos por hacerlo por tierra y es aquí, en este tramo maltrecho de tierra que sirve de enlace entre los caminos asfaltado y encementado -el que nos lleva a Huércal- donde acepto de buen grado cambiar de plato.
Alcanzado el cemento, junto al cortijo de ¿los pastores?, proseguimos el descenso hasta el cruce de Los Mojinos.
A nadie le interesa descender hasta este lugar y no queda más remedio que continuar nuestro descenso por camino de piedra -¡está imposible y peligroso después de las últimas lluvias!- en dirección a la mina de los Tres Pacos.
No obstante, en pleno descenso les propongo tomar la variante que se nos abre a nuestra derecha y que conduce en caída "libre" hasta el vaso del canal de remo de Cuevas de Almanzora.
Tan sólo un pequeño contratiempo: hay que pasar junto a un colmenar.
Conociendo el comportamiento de tan temibles obreras "melíferas" y que en otros momentos nos "marcaron" concienzudamente, nos armamos de prudencia y con el sigilo de quien teme ser descubierto, a velocidad de caracol, salvamos la zona.
¡Debían estar muy atareadas porque afortunadamente ni se han enterado de nuestra invasión territorial!
Desde el canal de remo hasta El Largo tan sólo un incidente: el provocado en el tránsito por la zona embarrada existente entre los naranjales existentes en las proximidades del camino Real de Tegefín, circunstancia que nos ha obligado a echar pie a tierra y de paso pedirle a los naranjos alguna que otra vitualla de la que hemos dado cuenta allí mismo.
Una vez llegados a El Largo nos decantamos por la carretera porque cuando antes se llegue a Pulpí menos nos calentará el sol, aunque hoy ha lucido un sol espléndido acompañado de una ligera brisa que nos ha contribuido a una óptima refrigeración de la "maquinaria".
¿De la ruta?
Hoy nos lo hemos tomado con calma -la media en la cima de El Cucharón, 13.7 km/h-, aunque eso no quiere decir que no nos hayamos esforzado.
En mi caso, otra machada. Y así tengo yo las piernas ahora.
Meter plato en Pulpí y mantenerlo en el 99,9% del recorrido.
Hacía muchísimo tiempo que no me enfrentaba a la ascensión de El Cucharón a plato y hoy tocaba.
Ni que decir tiene que las rpm cardiacas se han disparado en este último tramo de 900 metros hasta alcanzar las 179.
Menos mal que uno recupera la normalidad muy pronto, pero como se dice habitualmente "pa haberme dao algo".
Tiempo de recuperación, avituallamiento y foto y de nuevo en marcha.
Esta vez en lugar de bajar a Cuevas por el camino asfaltado optamos por hacerlo por tierra y es aquí, en este tramo maltrecho de tierra que sirve de enlace entre los caminos asfaltado y encementado -el que nos lleva a Huércal- donde acepto de buen grado cambiar de plato.
Alcanzado el cemento, junto al cortijo de ¿los pastores?, proseguimos el descenso hasta el cruce de Los Mojinos.
A nadie le interesa descender hasta este lugar y no queda más remedio que continuar nuestro descenso por camino de piedra -¡está imposible y peligroso después de las últimas lluvias!- en dirección a la mina de los Tres Pacos.
No obstante, en pleno descenso les propongo tomar la variante que se nos abre a nuestra derecha y que conduce en caída "libre" hasta el vaso del canal de remo de Cuevas de Almanzora.
Tan sólo un pequeño contratiempo: hay que pasar junto a un colmenar.
Conociendo el comportamiento de tan temibles obreras "melíferas" y que en otros momentos nos "marcaron" concienzudamente, nos armamos de prudencia y con el sigilo de quien teme ser descubierto, a velocidad de caracol, salvamos la zona.
¡Debían estar muy atareadas porque afortunadamente ni se han enterado de nuestra invasión territorial!
Desde el canal de remo hasta El Largo tan sólo un incidente: el provocado en el tránsito por la zona embarrada existente entre los naranjales existentes en las proximidades del camino Real de Tegefín, circunstancia que nos ha obligado a echar pie a tierra y de paso pedirle a los naranjos alguna que otra vitualla de la que hemos dado cuenta allí mismo.
Una vez llegados a El Largo nos decantamos por la carretera porque cuando antes se llegue a Pulpí menos nos calentará el sol, aunque hoy ha lucido un sol espléndido acompañado de una ligera brisa que nos ha contribuido a una óptima refrigeración de la "maquinaria".
¿Y mañana?
De entrada, la salida a las 8:30.
¿Ruta?
La que se tercie, pero no estaría mal repetir la subida a La Fuensanta por la rambla de Erre y bajar cresteando hasta la rambla Grande de Huércal Overa.
Seguro que aún hay alguien que no conoce este recorrido
viernes, 13 de mayo de 2011
Adelanto del horario de salidas a las 8.30 horas
Hay cuestiones que resultan tan inexorables como la incidencia negativa que el incremento de la potencia calorífica de las radiaciones solares tiene sobre el rendimiento de nuestro organismo a partir de un determinado tiempo de exposición prolongada.
¿Se pueden evitar los efectos colaterales?
Indudablemente que sí y para ello hay que seguir una regla bien sencilla: madrugar.
Y ello porque "al que madruga, Dios le ayuda" y si eso ocurre subiendo al "Mortirolo" -es decir, a Sierra Enmedio, El Cucharón o cualquier otro hito orográfico- está clarísismo que siempre contaremos con la ayudita a la que la sabiduría popular nace referencia.
Así pues, ciñéndonos a ello, a partir de mañana sábado, 14 de mayo, adelantamos en 30 minutos la hora habitual de salida.
Que nadie se retrase porque no podrá contar con la "ayudita" divina y encima se le calentará el lomo más de la cuenta.
Recordad, 8.30 horas. A las ocho y media, pedaleando.
¿Qué tal si rememoramos la subida a La Fuensanta por la rambla de Las Norias y bajamos cresteando hasta la rambla Grande de Huércal-Overa?
Iván Gómez sube al CDC Pulpí-Guazabike al podio en Vélez Blanco
Un jabato. No hay otro calificativo más apropiado para definir la actuación que el pasado domingo realizó Iván Gómez Flores, nuestro junior, en tierras velezanas con ocasión de la disputa de la X edición de la ya mítica "Sin miedo al brujo".
Una vez más y ya he perdido la cuenta, Iván fue el primer junior en cruzar la línea de meta, circunstancia que le valió para proclamarse ganador de su categoría y de paso venirse cargado con otro "pedrusco".
Está visto que cuando se encuentra en plena forma, no hay quien le moje "la oreja".
Enhorabuena, Iván.
¿Y qué decir del resto de la expedición del CDC Pulpí-Guazabike?
Pues a tenor de lo reflejado por Paco Pérez en su magistral crónica insertada en el "website" del Guazabike Team, casi se salen -alguno sí que se salió.
Las clasificaciones no dejan lugar a dudas: Domingo Parra -67º de la general y 31º en Máster 30-, Fran Haro -86º de la general y 16º en Máster 40-, Pedro Ávila -104º de la general y 53º en Máster 30-, Paco Pérez, Pedro García y Juan Blas Soler -126º, 127º y 128º de la general o 63º y 64º en Máster 30 y 24º en Máster 40 respectivamente- y Javier Rodríguez -146º y 30º en Máster 40 respectivamente.
¿Se les puede pedir más?
Indudablemente que sí, que le hubieran dado más a los pedales, pero "a lo hecho, pecho".
En pocas palabras, auténticos titanes en un recorrido con importantes novedades y con una organización que -Paco, me has dicho que lo ponga así- que merece un sobresaliente muy alto.
Igual calificación que podemos otorgar a Jordi Velasco (76º de la general), a Amador Campos (91º) y Pedro José Gómez (95º).
¡Enhorabuena chavalotes!
Y el año que viene espero no tener ningún compromiso social que me impida batirme el cobre con el brujo velezano.
sábado, 7 de mayo de 2011
lunes, 2 de mayo de 2011
¡Dios bendiga la lluvia!
Menos mal que la lluvia apareció. ¡Dios la bendiga!
Nunca he agradecido tanto la lluvia como hoy lunes. De no haber llovido yo no sé qué habría pasado a la hora de acudir a la cita acordada ayer domingo.
Y es que la jornada matinal del Día del Trabajo se las "trajo" a pesar de que inicialmente se presentaba como algo muy liviano, muy "light".
Pero es que hay cuestiones que son inexorables: si la cabra sale al monte no hay duda que terminará haciendo de las suyas.
Y eso es lo que ocurrió. A lo tonto, tonto, nos castigamos más de la "cuesta" y hoy lunes no había modo de mover el esqueleto sin resentirse.
De salida, aunque parezca mentira Vicente "Sleck Suna" manifestaba que no conocía la ruta del Algibejo.
Para mí resulta inaudito. ¡No es posible! Sorpresas que depara la vida.
Así pues, todos -esta vez casi la docena- en marcha hacia La Escarihuela para desde allí tomar rambla arriba en dirección a la Fuente del Algibejo.
En algo menos de una hora alcanzamos el objetivo: ejercicios prostáticos, comentarios, fotos y... rambleando que aún faltan 5 kms, para coronar el territorio "guiri".
Había prisas por volver a Pulpí y esto determina que las ruta se vaya "rehaciendo" en cada cruce.
Optamos por la variante corta del "castillo de Gadafi" -así la ha bautizado Alfonso Jiménez- para plantarnos en la carretera de las Cruceticas en un periquete.
Coronamos el alto de Las Cruceticas y ponemos rumbo hacia Los Arejos después de salvar el rampón que se abre a nuestra izquierda.
¿El avituallamiento de la jornada?
En el cortijo situado 500 metros más adelante en misma encrucijada de caminos hacia una y otra vertiente.
En pleno descenso hacia Los Arejos nos "topamos" con un trío de conocidos bikers afincados en Águilas, aunque pulpileños de nacimiento.
Alto en el camino y cambio de impresiones con Gregorio -peluquero- y Márquez -cocinas- acompañado de Márquez Jr. como él mismo afirmó.
Al llegar a Los Arejos, el grupo se fracciona: unos, acuciados por la hora y horas de pedaleo, optan por la vía rápida subiendo por Puerto Carril en tanto que otros nos tiramos al monte para machacarnos las piernas en la variante del cabezo Colorao.
Si ya de por sí las dificultades del terreno y de la piedra suelta hacen complicado bajar, subir la "cuestecica" se vuelve una proeza.
En plena ascensión, Vicente -¡no se puede poner tanta energía! parte la cadena y no queda más remedio que arreglarla.
En ausencia de los ingenieros oficiales -Parra, ¿dónde te metes?- entre Baraza y yo apañamos la rotura y ponemos rumbo hacia el camino de la variante de La Campana.
Caigo en la cuenta de una variante que se abre a nuestra derecha y, abriendo ruta entre la maleza, nos adentramos en la cañada que nos conduce posteriormente hasta el camino que discurre paralelo a la montaña y a las fincas de naranjos hacia La Campana o bien hacia la carretera de Pozo Higuera.
Y llegados aquí, optamos por regresar buscando el camino de Gorreta a La Hoya.¿Lo peor de la jornada? Además del castigo recibido subiendo la senda del cabezo Colorao, el agotamiento de la bateria del GPS a falta de 7 kms. para llegar a casa.
¿Se habrá contagiado también el GPS del palizón?
domingo, 1 de mayo de 2011
Sierra Almagro y van...
Ya le hemos perdido la cuenta y hasta el miedo. Nos da lo mismo atacarla por el punto cardinal que se tercie y este pasado sábado, para despedir el mes de abril, lo hicimos a lo grande, como auténticos machotes.
De entrada, nos dirigimos hacia El Convoy para "inspeccionar" el entorno donde este próximo fin de semana se vivirá la romería de la Virgen de Fátima y desde allí, atravesando "lechugares" abordar la variante de las lomas de Al Farax para caer finalmente a la cañada de Los Guiraos.
¡Qué cambios tan espectaculares trae consigo en la naturaleza la llegada de la primavera!
Resulta todo un placer para nuestros sentidos poder contemplar tamaña eclosión de color y fragancias silvestres.
Y en un santiamén nos presentamos en Los Guiraos dispuestos a "pasar de largo", después de haber sudado la gota gorda buscándolo, por el cortijo El Soto.
Y de aquí, al collado de El Cucharón -hoy no le hemos dicho ni hola- para proseguir ruta hacia La Rápita -alto obligado para avituallarse- y la variante de Huércal la Vieja.
Camino de esta variante nos "topamos" con un cuarteto de Vanderrutas -Andrés "Afis", Fernando, José Miguel y Jorge- a los que "invitamos" a conocer la senda de Huércal la Vieja y de paso proseguir ruta junto a nosotros.
¡Que si quieres! Ellos a lo suyo: culminar la subida, dirigirse por el Soto hacia Los Guiraos y regresar por el camino Real.
Camino de esta variante nos "topamos" con un cuarteto de Vanderrutas -Andrés "Afis", Fernando, José Miguel y Jorge- a los que "invitamos" a conocer la senda de Huércal la Vieja y de paso proseguir ruta junto a nosotros.
¡Que si quieres! Ellos a lo suyo: culminar la subida, dirigirse por el Soto hacia Los Guiraos y regresar por el camino Real.
Alfonso "Suna" tenía razón. La senda de Huércal La Vieja es espectacular y ... peligrosa para el personal no dado a las veredas ubicadas al borde de los barrancos y de los terraplenes. No hay más remedio que poner pie en tierra en más de una ocasión. El vértigo puede pasar factura.
Un ligero despiste nos lleva a confundir el camino de Las Negras con el de bajada hacia la variante -otra más- de La Rellana.
Una corta bajada hacia el valle y de nuevo a subir "rampeando" como cada cual puede.
Menos mal que la ascensión a La Rellana es corta porque si no a más de uno se le hubieran acabado las pocas reservas que aún atesorábamos.
Y de La Rellana a la bajada del Grajo. Nos habían comentado que la habían arreglado. Ni hablar, sigue igual que estaba hace tiempo, aunque las lluvias han contribuido a que no haya tierra y piedras sueltas.
La bajada, como siempre, espectacular. Los frenos se resienten y comienzan a contaminar el aire con un olorcillo característico.
Se me ocurre "palpar" uno de los discos y un poco más y me dejo la piel de los dedos pegada. ¡Menudo calentón!
A partir de ahí, pedales y más pedales hasta regresar a casa.
No obstante, hemos acumulado nada más y nada menos que 1100 metros como el que no quiere la cosa.
Una corta bajada hacia el valle y de nuevo a subir "rampeando" como cada cual puede.
Menos mal que la ascensión a La Rellana es corta porque si no a más de uno se le hubieran acabado las pocas reservas que aún atesorábamos.
Y de La Rellana a la bajada del Grajo. Nos habían comentado que la habían arreglado. Ni hablar, sigue igual que estaba hace tiempo, aunque las lluvias han contribuido a que no haya tierra y piedras sueltas.
La bajada, como siempre, espectacular. Los frenos se resienten y comienzan a contaminar el aire con un olorcillo característico.
Se me ocurre "palpar" uno de los discos y un poco más y me dejo la piel de los dedos pegada. ¡Menudo calentón!
A partir de ahí, pedales y más pedales hasta regresar a casa.
No obstante, hemos acumulado nada más y nada menos que 1100 metros como el que no quiere la cosa.
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