domingo, 14 de abril de 2013

V Maratón MTB Sierra de los Filabres

Brutal. Palizón como hacía tiempo no soportaba o tal vez no recuerde.
No hay nada más escueto para resumir la jornada dominical bikera que me ha tocado sufrir en la sierra de las Estancias.
Con Cristóbal Diaz, Ikas, en los momentos previos a la salida
Una jornada inscrita en la disputa del V Maratón de MTB Sierra de los Filabres que este año presentaba la novedad de estar amparada bajo el manto benefactor "monetario" de la Mancomunidad de Municipios del Valle del Almanzora dentro de la denominada I Trail Valle del Almanzora, una prueba deportiva multidisciplinar que ha contado con la participación de runners, bikers  y trekings diseñada por ÉliteChip y en el caso de la maratón de BTT con la colaboración humana del CDC El Pedal de Mármol.
A la novedad del patrocinio se le ha sumado en esta edición otra no menos importante desde el punto de vista del sufrido biker: el recorrido.
Del entorno de la sierra de los Filabres en la margen derecha del Almanzora como venía siendo habitual en las ediciones precedentes al no menos espectacular entorno de la sierra de las Estancias, al otro lado del valle.
Pistas y más pistas: tónica generalizada de la maratón
La organización ha acertado al cambiar de entorno -tan espectacular como Los Filabres desde el punto de vista paisajístico y humano-, pero se ha equivocado en el trazado en el que todo ha quedado circunscrito a subir o bajar ramblas y ha subir y descender caminos y pistas forestales. Ni una senda, ni una zona técnica aunque si se ha cernido constantemente el peligro encubierto de las pronunciadísimas pistas "garbanceras  de bajada -más allá del 20%- que me han obligado a ir más pendiente de cómo trazar las curvas y  no tirar más de la cuenta de las manetas de los frenos para evitar los derrapajes o en el peor de los casos hacer algún que otro recto.
No pudo concluir la maratón
Un trazado muy aburrido a la par que exigente para dar cuenta de los cerca de 1700 metros de desnivel positivo que al final de la prueba ha acumulado el GPS acostumbrado en las cotas de Las Estancias a  ir transitando por encima de los 1000 metros.
Más de 3000 calorías consumidas, pero muy bien repuestas en cada uno de los tres avituallamientos dispuestos en el trazado donde no ha faltado de nada: agua, líquido isotónico, barritas, frutos secos, fruta... Todo un lujo al que uno no tenía más opción que parar y disfrutar de tanto manjar.
Salida neutralizada camino de Olula
La pena ha estado en que la participación de bikers ha sido escasa.
A tenor del "bulto" mostrado por el grueso del pelotón en la explanada del boulevard de Macael -punto de partida neutralizado- supongo que no más allá de 150 bikers pasarían por el arco de meta, punto en el que estaba ubicado la primera de las cuatro series de "alfombras" lectoras del chip que la organización ha dispuesto en el recorrido después de cada paso por los puntos de avituallamientos para capturar los tiempos de paso intermedios.
De la travesía de los algo más de 68 kms. de la prueba poco que narrar aparte de comentar que me han resultado interminables, sobre todo entre los kms. 30 y 40, un terreno aparentemente sin dificultades pero en el que he sufrido mucho, sobre todo de riñones.
No dudé en echarle una mano
Menos mal que el infortunio de un biker  que ha pinchado -era su primera maratón según me confesaba- me ha llevado a actuar como buen samaritano y echar pie a tierra  para sacarle del apuro. Creo que junto a él he recuperado las sensaciones perdidas.
Coronado el alto de Lúcar, las sensaciones han mejorado sustancialmente al sentirme plenamente afortunado de otear desde tan singular altura la inmensidad del valle con la prominente y majestuosa Tetica de Bacares como telón de fondo y mucho más sabiendo que a partir de aquí sólo hay que dejarse llevar.
Una falsa conjetura mental me ha jugado la mala pasada de la jornada. Suponía que el retorno a meta se realizaba por el mismo camino de la salida y en eso confiaba.
Craso error. No ha sido así y durante más de 6 kms. me he sentido "ilocalizado", completamente desorientado intentando mentalmente dar con el rastro soñado.
Estoy tan cerca de Macael que no puedo dar crédito al "rutómetro" de la organización. Algo ha debido pasar porque no encuentro el modo de llegar a los 73 kms. anunciados.
Y efectivamente, al cabo de 68 kms. aparece el boulevard y el popular "Vaticano".
La organización se ha tragado más de 7 kms. de los inicialmente previstos.
Al final, satisfacción general. Se ha acabado un nuevo reto y lo más positivo es que he llegado sin problemas musculares.
El Incansable Pepe López, 2º en másster 50
Al término, momentos para el disfrute del tercer tiempo y aprovecho la ocasión que brindan los saludos para promocionar en la medida de  lo posible la II Quedada Guazabike.
Mal vamos. Puerto Lumbreras juega muy fuerte este próximo fin de semana con la celebración de las 12 horas de resistencia y casi todo el mundo está implicado en este evento.
Tercer tiempo: pasta, cerveza y refrescos
En el acto final de entrega conjunta de premios de MTB y de Running -Carlos Galdeano, el exprofesional, empleó poco más de 2 horas y media, a casi 27 kms/h., en recorrer la ruta- contamos con un pulpileño en el tercer peldaño del podio de running: Cristóbal Díaz Navarro, Ikas.
Ikas en el podio de running
Mi felicitación. Hay que estar muy fuerte para meterse entre pecho y espalda nada menos que 56 kms. compartiendo casi el mismo recorrido que el de los bikers. 

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