sábado, 26 de febrero de 2011

El mal fario del número 13

Hasta ahora no había recabado en ello. Siempre consideré que estas consideraciones estaban más vinculadas a determinadas interpretaciones tremendistas e irracionales que a hechos empíricos.
A partir de hoy, voy a tener que cambiar el chip.
Y es que hoy se ha dado una conjunción de circunstancias de lo más extrañas.
El mal fario del doce más uno
De entrada, trece en línea de salida: Abderrazak, José y Toni Parra, Fco Toledo, José Cabrerizo, Gabriel Cervantes, Antonio Martínez, Antonio Pérez, Patricio Rodríguez -le había perdido el rastro hacía tiempo- Alfonso Jiménez junto a mi hijo Fco. José y a mí que hoy me sentía como niño que estrena zapatos nuevos con el retorno de mi Rush a la ruta.
Ya la mañana apuntaba "chunga" porque en el momento de calarme el casco descubro con sorpresa que Lara- una cocker que tenemos en casas- me ha destrozado el barboquejo de mi inseparable casco.
No me queda más remedio que echar mano del casco que tengo en reserva gracias a la magnanimidad de un/a amigo/a -vaya usted a saber- que en cierta ocasión con motivo de la puesta en marcha del juego del "amigo invisible" en el transcurso de una comida de profesores en el IES Mar Serena tuvo a bien obsequiarme.
Inicialmente habíamos planteado abordar una ruta nueva, variante de la Cuesta de la Cabra, para concluir el recorrido, ahora que el buen tiempo y el sol comienzan a instaalrse, haciendo la del "marisco",
Pero mira por donde, transitando hacia la venta San Felipe, a Alfonso se le ocurre proponer la  ruta de las sendas de Barnés -ya me he enterado de su nombre- en el paraje de Tébar.
Como quiera que hay un grupo numeroso que desconoce esta ruta, se acepta de buen grado excepto Fco. Toledo que cambia de itinerario para procurar estar en Pulpí en torno a las 12 y media por aquello de las obligaciones paternales.
¡En qué hora! Alfonso, ¿Por qué no te callas?
Cambiando de vía
Iniciamos la subida hacia la rambla de Chuecos  y Arrieros por el camino de servicio paralelo a la autovía y de pronto nos vemos obligados a transitar por el margen derecho de la autovía Lorca-Águilas -en dirección contraria a los vehículos- porque una cadena -la primera vez que nos topamos con ella- nos impide circular y atravesar por los bancales -ahora recuerdo que la última vez nos habían colocado salaos para impedirnos el paso, aunque nosotros las sorteamos muy bien.
Como el tramo es muy corto y las prudencias máximas, no existe el menor incidente.
El segundo problema vendría unos kilómetros más arriba subiendo por la rambla de Chuecos y Arrieros.
La de veces que hemos subido por aquí y nunca habíamos tenido ningún incidente y hoy, por lo visto, nos tocaba.
Nos adelanta un vehículo -amablemente le habíamos cedido el paso- y se detiene para "informarnos" de que estábamos transitando por un camino y propiedad privada y que si el dueño nos veía podríamos tener problemas, que nos aconsejaba darnos la vuelta.
¿Más todavía?
Eran, al parecer, trabajadores del cortijo donde habitualmente nos detenemos para el avituallamiento junto a la balsa.
Hacemos caso omiso y proseguimos la subida desconociendo si el propietario de la finca estaría o no.
En el tramo final nos topamos con dos bikers aguileños que después de haber subido hasta la balsa  sin que nadie los detectara descienden en dirección contraria a la nuestra y nos informan de que han visto a gente trabajando en el cortijo y de que hay un pastor alemán -lo del perro no nos inquieta en absoluto porque ya nos acompañó amigablemente en otra ocasión hasta el entorno de las sendas- a la vez que nos comentan que antes de llegar al cortijo existe una bifurcación a la derecha aunque no saben a dónde se dirige.
Lo tenemos claro. Por el cortijo no pasamos, pero por el romeral sí.
¿Donde está la subida al romeral?
Así que giro a la derecha y aproximación al pie del cabezo de la senda de subida al romeral.
¡Como el rosario de la aurora! Unos por la derecha, otros por la izquierda, sorteando atochas, romeros, matorrales... Y con las bicis a cuestas.
Un auténtico espectáculo por tal de evitar al "tío" del cortijo.
Abderrazak, el ángel porteador
Hay que ver lo que "cuesta" subir a través de las cuestas  sembradas de "maleza" y si no que lo cuente Abderrazak que  como ángel porteador no solamente ha acarreado con su Mérida sino que además ha aliviado de peso a más de uno.
Al final, con más penas que glorias hemos alcanzado el campo de romeros y allí, a la sombra de un pino, hemos dado cuenta de las vituallas y hemos ejercitado los músculos prostáticos entre otras actividades.
¿Y la cuestecica qué?
Dsde aquí al bosquecillo de Tébar no ha habido mayores incidencias que las ligadas al pedaleo con picado continuo entre el 4% y 10%.
Mientras transitaba por el romeral y teniendo en consideración que yo por aquí no vuelvo más aunque lo mande el médico, he oteado el horizonte y al fin he descubierto las posibilidades de enlazar la carretera de Campo López con este entorno.
Al fondo, en línea con la zona labrada, se sitúa la carretera de Campo López
A priori debe resultar fácil y no debe haber mas de un par de kms. de distancia. 
No me cabe la menor duda que esa opción, de no mediar más "tíos" cortijeros por las fincas que hay que atravesar, será descubierta algún día.
El tránsito por las sendas de Barnés en la zona del pinar se hace muy bien a pesar de algún que otro batacazo de Patricio. Hoy le ha tocado a él. La lotería es caprichosa.

Y acabadas las zona, rumbo a Purias no sin antes tener que atravesar la zona colmenera.
Hasta hoy habían permanecido impasibles a nuestro paso, pero hoy se han debido cabrear muchísimo y como si de un ejército se tratara han realizado un impresionante despliegue táctico provocando infinidad de daños directos y colaterales por doquier.
Creo que José Parra -que ha perdido hasta las gafas enfrascado en tan desigual contienda- y yo hemos sido los más agraciados con la "benevolencia" abejeril.
Auténticos enjambres detrás de nosotros buscando posicionarse sobre nuestros cuerpos y doy fe de que lo han hecho a la perfección.
Me he hartado de quitarme aguijones de los párpados y de la cabeza -algunas se han quedado atrapadas dentro de la redecilla del casco y se han hartado de darme por saco-, incluso después de llegar a casa. Afortunadamente, otros han tenido mejor suerte y apenas han sufrido los avatares de este desigual ataque.
Ahora bien que nadie entienda mal. Ni por el cortijo, ni por las colmenas.  Las sendas, aunque haya que buscar  rutas  alternativas, por supuesto, son irrenunciables.



Y de cara a mañana domingo, nueva propuesta de Guazabike Team: Guazamara-Campico San Miguel (Ballabona) con regreso por donde mejor se tercie.
Eso sí, como hay que estar en Guazamara a las 9.00 de la mañana -lo aclaro porque como bien sabéis el Guazabike Team también "noctambulea"- la salida desde Pulpí la adelantamos a las  8:30 con cinco minutos de cortesía por si alguien se despista.

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